Cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud para conmemorar el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Fue justamente este organismo el que mediante una resolución estableció el Día Mundial de la Actividad Física para ponderar su impacto positivo en la calidad de vida de las personas. En esta ocasión, profesionales de ambos campos en Mendoza explican y resaltan los beneficios del movimiento en adultos mayores.
“El aumento de la longevidad es un fenómeno mundial. Ha aumentado la expectativa de vida debido al avance de la medicina, la promoción de la salud y la prevención. Es el estilo de vida que ha cambiado: la gente ha comenzado a pensar más en cuidar de su salud de manera integral, hacen ejercicio, llevan una alimentación saludable. Antes, una persona se jubilaba a los 60, 65 años y pensaba que le quedaba poco de vida para disfrutar, eso ya no es así”, explicó Mario Adolfo Ríos, médico geriátrico y gerontólogo, a cargo de la Dirección de Atención del Adulto Mayor de Mendoza.
Salud y Actividad Física, de la mano por un bienestar integral
Ríos- también docente en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y en la Universidad del Aconcagua- se refirió a los beneficios que tiene la actividad física en los adultos mayores. No sólo como una forma de prevención sino también como parte de tratamientos de diferentes dolencias y enfermedades como, por ejemplo, el cáncer.
“El ejercicio tiene una característica: genera endorfinas que mejoran muchísimo los niveles de glucemia, de tensión arterial y brinda una sensación de bienestar. Esto es beneficioso para todas las enfermedades. Además, ayuda a socializar y mejora el estado de ánimo. Claro que lo recomendamos como una forma de prevenir enfermedades y para su tratamiento, siempre bajo el control de un profesional de la educación física, con las responsabilidades que corresponden. Otras recomendaciones que siempre damos son: hidratarse y llevar alimentar una alimentación saludable. Las familias deben saber que, al envejecer, dejan de sentir sed por lo que controlar la hidratación de nuestros adultos mayores es muy importante porque dejan de sentir la necesidad de tomar agua”, resaltó Ríos.
Y agregó: “Desde hace tiempo, la OMS está promoviendo la actividad física, 150 minutos semanales, que serían unos 30 minutos por día. Si bien, la actividad física debe ser personalizada a cualquier edad, este es un aspecto mucho más importante en esta etapa, cada rutina debe estar adaptada a las comorbilidades y/o dolencias de cada persona”.
El geriatra y gerontólogo señaló que fisiológicamente, a partir de los 40 años, las personas pierden 1% de masa muscular por año. “A los 80 años entonces ya hemos perdido un 40% por eso, los movimientos y en especial los que se relacionan con los músculos y articulaciones son importantes para poder fortalecer y que no pierdan sus funciones. Para los adultos mayores, la autonomía es un tesoro, siempre se proyectan a lo que quieren hacer y la actividad física les permite seguir ligándose a la vida a través del movimiento. Sin mencionar que ayuda a socializar, clave para todo ser humano”.
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La profe Silvana Caponi junto a uno de sus grupos en el gimnasio Vitamina de Las Heras.
“Cada vez se suman más”
Silvana Caponi es presidenta del Colegio de Profesionales de la Educación Física (Copef) de Mendoza y dueña del gimnasio Vitamina donde trabaja hace más de 20 años. Si bien siempre trabajó con adultos mayores, admite que últimamente cada vez se suman más. “Después de la pandemia, fue una explosión”, dice al respecto.
“La actividad física es beneficiosa porque ayuda a prevenir enfermedades no transmisibles y, en caso de tenerlas, ayuda a mejorar. Por ejemplo en afecciones cardíacas o en caso de diabetes, hipertensión, incluso, durante un tratamiento oncológico siempre es buena. No es una casualidad que cada vez más adultos se acerquen a los gimnasios, a caminar por espacios verdes o a tomar clases al aire libre con un profesional. Los médicos lo recomiendan. Hay tres pilares fundamentales: actividad física, alimentación saludable y descanso”, sumó Caponi (Mat.395).
Cómo y por dónde arrancar
“Lo primero recomiendo siempre es que vayan con profesionales de salud, con personas que hayan estudiado porque estamos hablando de la salud y hay que tomárselo en serio. Para poder mejorar la calidad de vida y cuidar a una persona hay que tener los conocimientos correspondientes”, señaló Caponi.
La presidenta de Copef continuó: “Luego, hay que evaluar qué necesita la persona, si es movilidad o elasticidad. Lo ideal es realizar actividad física 3 veces por semana y trabajar la fuerza que se puede combinar con baile, caminata o natación pero nunca dejar de lado la fuerza porque es importante porque hay una pérdida progresiva y natural de la fuerza muscular, además es bueno para las articulaciones”.
“El gimnasio también es un lugar social, aquí vienen personas cuya única salida es venir acá y dar ese primer paso es muy importante. Socializar es muy importante para el ser humano y se forman grupos de amigas que después se organizan y, por ejemplo, van a tomar la mediatarde, salen juntas, es un lugar donde no sólo se trabaja en la salud sino que contribuye con el bienestar integral”, concluyó.