El mercado de casinos online en Chile: ¿el nuevo motor económico en 2025?
El mercado de casinos online en Chile en 2025 podría convertirse en motor económico, generando impuestos, empleo e inversión con una regulación efectiva.
El mercado de casinos online en Chile: ¿el nuevo motor económico en 2025?
En 2025, Chile podría dar un paso decisivo hacia la consolidación de su industria del juego online. El país, altamente urbanizado, con una población tecnológicamente avanzada y un creciente interés por el iGaming, se encuentra en un momento clave. Mientras los casinos físicos siguen teniendo relevancia, la caída en sus ingresos y el estancamiento del sector han puesto la atención en el mercado digital como la próxima gran frontera de crecimiento.
La clave está en la regulación: si el Senado chileno logra aprobar la esperada ley para los juegos de azar en los casinos online Chile, el impacto económico podría ser enorme, con ingresos fiscales de cientos de millones de dólares, atracción de inversiones extranjeras, creación de empleos y la posibilidad de que Chile se convierta en un hub competitivo de iGaming en América Latina.
Hoy en día, Chile cuenta con 25 casinos físicos con licencia oficial. En el primer trimestre de 2025, estos establecimientos generaron ingresos de 145,19 mil millones de pesos chilenos (aproximadamente 154 millones de dólares). No obstante, este monto representa una caída real del 3,7% en comparación con el mismo período del año anterior.
Los casinos terrestres mantienen una función vital en la economía regional: aportan importantes ingresos tributarios y generan más de 8.000 empleos directos, además de miles de empleos indirectos en turismo, hotelería, gastronomía y transporte. Sin embargo, las cifras recientes reflejan un estancamiento en la industria, producto de una oferta que no evoluciona al mismo ritmo que los hábitos de consumo digitales de la población.
Mientras tanto, el proyecto de ley para regular el juego online sigue detenido en el Senado, lo que ha permitido que operadores offshore continúen dominando el mercado sin contribuir de manera significativa al fisco chileno.
El potencial del juego online en Chile
El mercado online en Chile se encuentra prácticamente sin regulación, pero no por ello inactivo. De hecho, estudios estiman que los operadores extranjeros generan entre 130 y 170 millones de dólares anuales en ingresos provenientes de jugadores chilenos, la mayoría de los cuales no se traduce en recaudación fiscal dentro del país.
Uno de los factores clave que explica el atractivo del mercado chileno es su elevada conectividad digital. Más del 94% de la población tiene acceso a internet, y la mayoría se conecta principalmente a través de teléfonos móviles. Esta realidad ha generado un público acostumbrado a utilizar aplicaciones, realizar pagos electrónicos y consumir contenidos de entretenimiento en línea, condiciones que favorecen la adopción de un sistema de iGaming regulado.
De acuerdo con estimaciones del sector, tras la entrada en vigor de una normativa clara, se proyecta que los casinos online experimenten un crecimiento anual cercano al 7%–9% entre 2026 y 2027. En pocos años, el volumen de ingresos podría escalar hasta varios cientos de millones de dólares.
Además de incrementar la recaudación fiscal, esta expansión abriría el camino a nuevas inversiones extranjeras, ya sea en licencias, soluciones tecnológicas, mejoras en la infraestructura digital o incluso asociaciones estratégicas con operadores de casinos presenciales del país.
Impacto económico esperado
La legalización del juego online en Chile podría redefinir el papel del sector en la economía nacional. Actualmente, el peso de los casinos físicos es considerable, pero limitado. Con el ingreso de los casinos online, se abriría un espectro mucho más amplio:
Recaudación tributaria: se estima que el sector podría aportar hasta 800 millones de dólares anuales en impuestos, dependiendo del modelo impositivo adoptado y de la rapidez en la expansión del mercado.
Empleo: la industria online generaría nuevos puestos de trabajo en áreas como programación, marketing digital, ciberseguridad, atención al cliente y regulación.
Inversión extranjera: empresas internacionales de iGaming podrían establecer oficinas, centros de soporte y asociaciones estratégicas en el país, impulsando la transferencia de conocimiento y tecnología.
Turismo y entretenimiento: La transformación digital del sector permitiría a los casinos tradicionales ampliar su alcance, ofreciendo nuevas formas de entretenimiento que conecten el mundo presencial con el virtual y enriquezcan la experiencia del visitante.
De manera paralela, un marco normativo bien diseñado garantizaría la protección de los jugadores, con reglas claras sobre prevención de adicciones, verificación de identidad y transparencia en las operaciones. Con ello, el crecimiento de la industria no solo sería rentable, sino también responsable y sostenible a largo plazo.
Desafíos y consideraciones sociales
Aunque los beneficios económicos son evidentes, también existen retos que no deben subestimarse. Un reto clave será fomentar una cultura de consumo responsable, con campañas que prevengan conductas problemáticas y promuevan hábitos de juego saludables. Al mismo tiempo, las autoridades deberán definir un esquema tributario equilibrado, capaz de atraer a los operadores internacionales sin perder de vista la necesidad de garantizar ingresos fiscales suficientes para el país.
Asimismo, la coordinación entre el sector público y privado será clave. Los casinos terrestres podrían verse inicialmente amenazados por la expansión digital, pero la regulación bien diseñada debería promover la complementariedad entre ambos mundos, en lugar de una competencia destructiva.
Chile y su potencial en el iGaming regional
Superar los actuales cuellos de botella legislativos abriría a Chile la posibilidad de convertirse en un actor de referencia en el panorama del juego online en América Latina. Su combinación de conectividad masiva, fuerte adopción tecnológica y estabilidad macroeconómica lo coloca en condiciones de competir con países que ya avanzaron en esta materia, como Colombia y México. Una regulación clara y moderna no solo reforzaría la confianza de los jugadores locales, sino que también enviaría señales positivas a los inversionistas extranjeros interesados en un mercado transparente y en expansión.
Perspectivas y cierre
El año 2025 se presenta como un punto de inflexión para la industria del juego en Chile. Aunque los casinos físicos continuarán aportando a la economía, sus márgenes de crecimiento son cada vez más limitados. En contraste, el segmento online aparece como la verdadera palanca de desarrollo: capaz de movilizar capital internacional, ampliar la base tributaria, generar empleo de calidad y dar un salto en innovación dentro del sector del entretenimiento.
Todo dependerá de la eficacia con que se logre implementar la normativa pendiente. Si el país establece reglas sólidas y equitativas, no solo podrá canalizar un mercado que ya existe de manera informal, sino que además consolidará un modelo económico digital competitivo y sostenible. En definitiva, el avance del iGaming en Chile no es un simple fenómeno de azar: constituye una apuesta estratégica con potencial de transformar su economía y proyectar al país como líder regional en innovación digital.