Una investigación de la Policía de Mendoza y el Servicio Penitenciario permitió desarticular una organización criminal que introducía y comercializaba drogas dentro de las cárceles provinciales.
Policía y Servicio Penitenciario realizaron 12 allanamientos con apoyo de fuerzas federales y detuvieron a una banda que operaba desde los penales.
Una investigación de la Policía de Mendoza y el Servicio Penitenciario permitió desarticular una organización criminal que introducía y comercializaba drogas dentro de las cárceles provinciales.
El operativo, desarrollado junto a fuerzas federales, incluyó doce allanamientos en distintos departamentos y cuatro registros carcelarios en los complejos de San Felipe y Almafuerte.
El caso se inició tras el hallazgo de 408 gramos de cocaína ocultos en un balde con doble fondo y 424 gramos de marihuana fraccionada, lista para su venta, dentro del penal San Felipe II.
A partir de ese descubrimiento, los investigadores identificaron a un interno como presunto líder de la organización, que contaba con cómplices encargados de facilitar el ingreso de los estupefacientes.
Durante los procedimientos realizados esta semana, se secuestraron armas de fuego, teléfonos celulares y documentación de interés para la causa.
Megaoperativo anti narcotráfico en las cárceles de Mendoza.
El megaoperativo anti narcotráfico contó con la colaboración de Gendarmería Nacional y de la Policía Federal Argentina, en el marco de un trabajo conjunto con el Ministerio de Seguridad y Justicia de la provincia. Las acciones se desplegaron en el Gran Mendoza, la Zona Este y el Valle de Uco, bajo coordinación de las áreas de Inteligencia Criminal y Lucha contra el Narcotráfico.
La investigación también se conecta con un hecho ocurrido en agosto, cuando un agente penitenciario fue detenido al intentar ingresar 250 gramos de cocaína a una unidad carcelaria. En el allanamiento de su vivienda, los efectivos incautaron un kilo de marihuana.
Los resultados se suman a las medidas aplicadas con el Sistema Único de Ingreso (SUI), herramienta implementada para reforzar los controles y prevenir el ingreso de drogas y objetos prohibidos en los penales mendocinos.
La iniciativa, impulsada por la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, junto al Servicio Penitenciario, forma parte de la estrategia integral de seguridad intramuros presentada el 1 de abril por el gobernador Alfredo Cornejo.
El plan se apoya en cuatro ejes centrales:
Desde que comenzó a aplicarse el Sistema Único de Ingreso, se detectaron alrededor de 800 gramos de cocaína y dos kilos de marihuana que se intentaban introducir de forma ilegal.
Como resultado de los controles, siete agentes penitenciarios fueron procesados, mientras que 88 visitas y cinco ciudadanos fueron sorprendidos intentando ingresar elementos prohibidos.

