San Rafael, el desconcierto de una represión injustificada
Lo que comenzó como una movilización pacífica en San Rafael se convirtió en un episodio de violencia que recordaron tiempos que la comunidad creía superados.
San Rafael, el desconcierto de una represión injustificada.
La siempre tranquila, pacífica y acogedora ciudad de San Rafael vivió ayer en la tarde un inexplicable episodio de violencia y represión policial que no se condice ni con la historia del pueblo sanrafaelino ni con la normalidad con la que se había desarrollado la marcha de apoyo a la Universidad Pública.
Lo que comenzó como una marcha pacífica en defensa de la universidad pública, organizada por estudiantes, docentes y vecinos, terminó —a partir de la impericia policial— envuelto en escenas de represión que recordaron tiempos que la comunidad creía superados.
El propio intendente, Omar Félix, y legisladores como Pedro Serra resultaron afectados por el accionar de las fuerzas de seguridad, lo que agudizó el malestar social y generó un inmediato cruce con la ministra de Seguridad provincial, Mercedes Rus.
De la manifestación al caos en San Rafael
El encuentro, convocado en rechazo al veto presidencial a la Ley de Financiamiento de las Universidades, había transcurrido en calma. Sin cortes de tránsito y con un clima de reivindicación cívica, se escuchaban los discursos de autoridades académicas cuando un inexplicable operativo policial alteró la escena. Según múltiples testigos, un grupo de agentes intentó retirar a un pequeño grupo de jóvenes apostados en la avenida principal, lo que derivó en empujones, forcejeos y uso de gas pimienta.
La situación escaló rápidamente: legisladores provinciales y concejales que buscaban contener el conflicto terminaron siendo también alcanzados por los efectos de la represión, y el propio intendente Félix relató que recibió gas en los ojos mientras intentaba frenar a los uniformados que al parecer cumplían imprecisas órdenes.
El accionar policial contrasta claramente con lo que se vio en la ciudad de Mendoza, donde, a pesar de la enorme multitud —aún mayor que la marcha del año pasado— y los cientos de efectivos policiales movilizados, todo se desarrolló con absoluta normalidad y paz.
“No veíamos escenas así desde los años 70”
El jefe comunal no dudó en trazar un paralelo inquietante con el pasado reciente. “Nunca hemos tenido en San Rafael hechos como estos; no los recuerdo desde la década del 70”, expresó con indignación, al tiempo que reclamó a la ministra Rus que pida disculpas al pueblo y ordene a la fuerza “que no reprima a sus propios familiares”.
Félix subrayó que se trataba de “un reclamo absolutamente legítimo, de jóvenes que quieren construir una nación mejor desde la universidad”. Y advirtió sobre la existencia de “dos modelos de país en pugna: uno que apuesta al desarrollo y otro que propone la entrega y el empobrecimiento del pueblo”.
Una herida en la tradición cívica
San Rafael se ha caracterizado históricamente por expresar sus reclamos de manera pacífica y organizada. Las imágenes de represión de hoy contrastan con esa tradición y encendieron una alarma sobre el uso desmedido de la fuerza pública frente a demandas sociales legítimas.
En medio de una escena donde el Gobierno Nacional recibió una enorme derrota en el Parlamento y que roza al gobierno provincial, aliado férreo de Javier Milei, no deja de llamar la atención el inexplicable comportamiento de la Policía justo en el distrito de donde es oriundo el primer candidato a Diputado Nacional por la oposición.
Los ciudadanos de San Rafael merecen una explicación clara y contundente de por qué la paz de un reclamo justo fue alterada por una inexplicable actitud policial.