Una de las bases de Cambia Mendoza, el Diputado Nacional y máximo referente del Pro local, Omar De Marchi fue contundente: “La Corte de Justicia de Mendoza debe volver a tener independencia”. “Parece que hay que ser ministro de Gobierno para ser ministro de la Corte”, agregó con contundencia.
Sorprendido porque hoy se ha naturalizado “esta cuestión de que la Corte está integrada por 4 jueces radicales y 3 jueces peronistas; y no se nos mueve un pelo”, De Marchi fue contundente en señalar que “la discusión de fondo que se está dando ahora en esta supuesta modificación de procedimiento, tiene que ver con esto: con ver cómo juega ese esquema de mayorías y minorías partidarias en la Corte; lo cual está pésimo”.
De allí que reclamó con firmeza que haya “un debate mucho más importante y ver cómo apuntalamos para que la Corte vuelva a tener esa independencia y que no haya ninguna duda acerca de la imparcalidad de sus fallos”.
De Marchi remarca que el proyecto de reforma que busca “modificar los procesos por los cuales la Corte resuelve cosas y uno de ellos está orientado básicamente a la Sala dos de la Corte que está integrada por dos peronistas y un radical, naturalizando este criterio de pertenencias partidarias, lo cual es terrible”.
Y allí advierte, que esto lo que demuestra es que “si la sala actual estuviera conformada de otra manera, quizá no estuviéramos hablando de esta reforma”.
“Veo que no se está apuntando al fondo del asunto, sino tratar de resolver una cuestión de pertenencias partidarias circunstanciales”, agregó.
Sobre la independencia o pertenencia partidaria de los magistrados de la Corte, fue a fondo porque no sólo reiteró que desde el Pro proyectan cambios tendientes a “cambiar las condiciones de eligibilidad de los jueces de la Corte”.
“Por ejemplo, imponer algunas condiciones como no haber estado afiliado a un partido político durante una x cantidad de años, como no haber participado de gobiernos provinciales o municipales durante una x cantidad de años antes o no haber participado en listas de candidatos a cargos electivos, cualquiera sea de una determinada cantidad de años”.
Fue allí cuando dio un claro ejemplo de lo que está sucediendo en la actualidad y debe ser modificado: “parece que hay que ser ministro de Gobierno para terminar de ser ministro de la Corte; y eso no está bueno”.