Milei navegó en aguas de la confusión durante el debate
Pasó el esperado debate. Sorpresa generalizada por el desconocimiento profundo de Milei sobre el funcionamiento de los estados y el comercio internacional.
Pasó uno de los momentos más esperados, el debate presidencial entre los contendientes del balotaje. Cuánto influirá en la elección del domingo, la respuesta final la sabremos el domingo. Pero hay una primera cosa cierta la expectativa, efectivamente, era enorme, se llegó a picos de 48 puntos de rating.
Ese número indica que los debates sirven e influyen tal como expresamos ayer. Si hay un dato llamativo del debate es que quedó expuesta la necesidad de Milei de buscar bajo tierra equipos de hombres y mujeres para formar sus equipos de gobierno. Queda claro que la ignorancia de Javier Milei sobre todos los temas de gobierno, desde el comercio internacional hasta seguridad, es realmente notable. Nunca quedó tan evidencia.
Sergio Massa y su equipo tuvieron una idea inteligente para el debate, hacer lo que no hizo ningún periodista que entrevistó a Javier Milei hasta ahora, preguntarle y repreguntar.
Así con esa simple estrategia, logró que Milei elogiara a Margaret Thatcher, dejó en evidencia que no tiene ni idea de cómo funciona el comercio internacional (hasta sugirió triangular las exportaciones argentinas), tampoco la diferencia entre fuerzas de seguridad y fuerzas armadas, que reafirmará los voucher educativos y que ratificará la dolarización que quiso borrar en los últimos días.
En el debe de Massa queda no haber metido baza en el tema derechos humanos o en salud que quedaron demasiado rengos en el debate.
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Pasó el debate y solo queda que los ciudadanos el domingo decidan quién será el próximo presidente de la Nación.
Uno de los bloques novedosos era el de política internacional, quizás sea donde el candidato anarco libertario haya hecho más agua (si es que se puede hacer diferencia en algún bloque) el desconocimiento absoluto de cómo funciona el mundo no solo quedó demostrado en ese bloque, sino cada vez que apela a números falsos sobre los países en los que se aplican políticas que, justamente, no se aplican en ningún país del mundo. Para rematar Milei trajo otra vez a escena aquella famosa publicidad de la silla en la dictadura cuando afirmó que con él los argentinos tendrán productos importados más buenos y más baratos.
Ni siquiera fue capaz de dar un ejemplo correcto en fútbol, transformó a Johan Cruyff en alemán asegurando que en Alemania 74 el país organizador nos había ganado 4 a 0. Todo dicho.
Otro debe de Massa es, sin dudas, no haber avanzado más con las propuestas para su gobierno, pero también es cierto que su rival se lo hizo muy fácil. Tan llamativo fue que así lo reflejaba El País de España
El peronista Sergio Massa aporreó sin compasión durante dos horas a su rival, el ultra Javier Milei. El actual ministro de Economía concentró sus esfuerzos en exponer las contradicciones de Milei en la campaña. Así fue el último debate: https://t.co/NRONhlnnon
La ausencia absoluta de dirigentes de Juntos por el Cambio en el debate y el silencio total en las redes sociales hasta pasada una hora larga de terminado el debate (solo un posteo solitario y perdido de Patricia Bullrich) son un síntoma de cómo se viven estas últimas horas.
La opereta inclasificable de las boletas que se destapó horas antes del debate agiganta la movida de denunciar fraude apenas terminado el escrutinio o incluso el mismo domingo, sin embargo, el desempeño de Milei en el debate presidencial complica seriamente la maniobra.
Es evidente que las falencias de Milei, superaron a las posibles virtudes de Massa e incluso sus errores o su falta de propuestas, todo quedó en segundo plano ante la increíble falta de conocimientos en temas básicos del candidato libertario.
Milei ni siquiera se mostró bien preparado para el cierre. Tenía a disposición el escenario ideal, sabía la pregunta con anterioridad y el sorteo lo benefició para cerrar el programa. Así y todo, el Ministro de Economía se mostró superior.
¿El debate es importante? Los picos de rating de 48 puntos y el acierto de Sergio Massa de mandar a los televidentes a googlear (los datos de los especialistas anoche afirmaban que los espectadores le hicieron caso) confirman tal situación.
¿Es determinante? Imposible saberlo a una semana de las elecciones, pero serán días trascendentes para tener alguna idea. Si bien ya no se pueden publicar encuestas de cómo se desempeñen los dirigentes en las próximas horas se podrán tomar como señales de cuál es la lectura de una noche de domingo donde las diferencias quedaron demasiado marcadas.
Un interrogante final. ¿La sociedad, los televidentes, evaluaran el debate como un espectáculo televisivo o cómo una discusión política? En apenas siete días lo sabremos.