Los índices de inflación que desató la devaluación fundacional de Javier Milei, la licuación de ingresos y ahorro promovidos como forma de ajuste y transferencia de riqueza son los responsables de que en 6 meses se hayan sumado casi 20 puntos a los índices de pobreza.
En ese contexto el escándalo desatado por el amarrocamiento de cinco millones de kilos de diversos alimentos en galpones dependientes de la acompañante terapéutica y coaching motivacional Sandra Pettovello sumó ayer un nuevo capítulo al conocerse los datos oficiales que el Gobierno le envió a la Justicia.
El mismo medio (El Destape) que reveló mediante un pedido de acceso a la información pública, ahora accedió a los listados que el Ejecutivo envió al juzgado. De esas planillas se desprende que no solo el Gobierno fue incapaz de dar una explicación coordinada sobre el tema, sino que el vocero presidencial mintió o inventó información cuando asevero que los alimentos no estaban por vencer.
De la información enviada al juzgado se desprende que hay miles y miles de kilos de alimentos que vencen entre dos y tres meses para adelante y entre ellos casi 350 mil kilos de leche en polvo que vencen antes de fin de julio y que sirven para preparar unos 4 millones de litros de leche liquida. Poco para agregar.
El Gobierno no pudo tapar el bosque con el árbol y por la tarde noche terminó echando con comunicados grandilocuentes y mentirosos a Pablo De la Torre y asegurando que el Ejército Argentino se encargará de la distribución de los alimentos. Incomprensible
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Sandra Pettovello con Javier Milei. La ministra es la responsable de las toneladas de alimentos (muchas por vencer) guardadas en galpones mientras los comedores reclaman ayuda y la pobreza crece
Javier Milei, Fuera de Registro
La charla de Javier Milei para el Instituto Hoover, que alquiló el Salón de la Universidad de Stanford para la presentación del rpesidente argentino, ubicada en el contexto descripto marca lo fuera de registro que funciona un gobierno cuya mesa chica encabezada por el Presidente que, cada vez, sienta menos gente en su entorno.
Durante su fulgurante ascenso de panelista televisivo desquiciado a presidente de la Nación ya había expresado en un debate con Juan Grabois que el mercado permitía al ciudadano elegir si morirse de hambre o sobrevivir.
En Estados Unidos redobló su apuesta, pero con una gravedad extra; Ahora es el Presidente de la Nación.
El Presidente cuando sube a los estrados controlados y rodeados de aplaudidores no solo preocupa por su poco registro de la realidad sino por cómo plantea soluciones a esos problemas.
Qué quiso decir el presidente cuando aseveró “Se creen que la gente es tan idiota que no va a poder decidir… va a llegar un momento en el que la gente se va a morir de hambre y van a decidir alguna manera para no morirse. No necesito que alguien intervenga para resolverme la externalidad en consumo porque a la postre alguien la va a resolver"
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Hay dictamen para avanzar en el Senado con la Ley Bases y darle facultades extraordinarias a este Milei, que hoy entre balbuceos e incoherencias explicó que "en algún momento la gente se va a morir de hambre" y que entonces tomará decisiones para no hacerlo. Descendió a una… pic.twitter.com/HTxXDlYXtN
La frase no está cortada ni está fuera de contexto, como después quiso hacer creer el Presidente. En vez de reprochar al cartero debería explicar qué quiso decir.
Los heroes de Javier Milei
Según Javier Milei la gente no es idiota y puede decidir qué hacer para no morirse de hambre y con su pensamiento anarcolibertario deja todas las puertas abiertas.
Una pregunta asalta y preocupa, entonces, a una sociedad que reclama compromiso y paz. Si los miles de comedores que hoy no reciben alimentos deciden ir, tomar los galpones y repartirse la comida de por sí, ¿El presidente los considerará heroes como a los empresarios evasores que promovió y felicitó en el Llao Llao?
Argentina necesita dirigentes comprometidos, solidaridad, recuperar ingresos y paz social. Javier Milei, sus funcionarios y los aduladores televisivos no colaboran en nada.