La justicia dictó hoy la prisión preventiva para Pedro Reinaldo Miranda (50), el conocido médico oftalmólogo acusado de decenas de estafas a pacientes y por ende continuará detenido en la penitenciaría.
La justicia dictó la prisión preventiva para Pedro Reinaldo Miranda, el médico oftalmólogo acusado de estafa.
La justicia dictó hoy la prisión preventiva para Pedro Reinaldo Miranda (50), el conocido médico oftalmólogo acusado de decenas de estafas a pacientes y por ende continuará detenido en la penitenciaría.
La resolución fue dictada por la jueza Natacha Cabezas, quien hizo lugar al pedido de la fiscal del caso, Mariana Pedot.
La magistrada solicitó la preventiva sólo en 15 denuncias por estafa contra el profesional, entendiendo que “por economía procesal” no hacía falta incluir el resto de las presentaciones.
En total, Miranda tiene 32 denuncias en su contra y en todas, el ardid era el mismo: cobraba por operaciones que nunca realizaba y en algunos casos, el diagnóstico era falso para poder realizar dicha intervención.
La audiencia de prisión preventiva se realizó este miércoles por la mañana en el Polo Judicial. La fiscal Pedot solicitó la medida sólo en 15 causas, en tanto que ahora continuará recolectando pruebas para el resto de las denuncias.
En los 15 hechos donde se dictó la preventiva, abundan las pruebas y la situación de Miranda es muy complicada.
Incluso, el propio imputado admitió ante los detectives las deudas que mantiene con sus pacientes. En ese sentido, su abogado, Juan Day, analiza las medidas a tomar en el resto de la investigación.
Ahora bien, el letrado anticipó que apelará la decisión de Cabezas y que la causa comenzará a atravesar distintos tribunales.
El profesional, reconocido en su rubro, fue detenido el sábado 12 de octubre en pleno centro y desde ese entonces comenzó a sumar denuncias por estafa en su contra. La investigación en contra de Miranda se basa en hechos ocurridos en los últimos años
Las denuncias indican que Miranda cobraba por intervenciones quirúrgicas que nunca realizaba.
En algunos casos, el diagnostico era erróneo para poder solicitar dicha operación. En esos hechos, se consideran “casos especiales de defraudación” por lo que la situación del acusado es más grave aún.