El presidente Javier Milei brindó anoche su último acting periodístico antes de fin de año y primero en su despacho de la Casa Rosada que lucía como una habitación de museo sin ningún rasgo del trabajo intenso que dice desarrollar en él.
El presidente Javier Milei brindó anoche su último acting periodístico antes de fin de año y primero en su despacho de la Casa Rosada que lucía como una habitación de museo sin ningún rasgo del trabajo intenso que dice desarrollar en él.
Lamar a lo visto ayer a través de la señal La Nación+ entrevista periodística o reportaje es un insulto severo a la dignidad profesional de miles de colegas a lo largo y ancho del país no importa su ideología y posicionamiento.
El acting estuvo grabado con el suficiente tiempo para ser editado a conveniencia con la supervisión del equipo presidencial y las “preguntas” fueron consensuadas y escritas antes del comienzo de la grabación para que no quedaran el mínimo margen de discrecionalidad según confirmaron fuentes de Gobierno en estricto off. “Así y todo tuvimos que cortar y empalmar varias secuencias. Si viste la nota sabes dónde” aseguró la fuente.
Las explicaciones económicas que dio Javier Milei en los primeros minutos de la aparición televisiva se mostraron absolutamente alejados de la realidad y de lo que es el manejo complejo de una economía insertada en el mundo. El único dato cierto fue la compra de dólares por parte del Central. el resto una catarata de números imaginarios, cuentas de dudosa procedencia e infinidad de datos tergiversados o falaces.
Si el Decreto de Necesidad y Urgencia genera rechazos y preocupación poca tranquilidad transmitió el presidente al asegurar que solo es un tercio de la reforma que se planea y que las dos terceras partes que faltan están incluidas en el proyecto de reforma del Estado que entrará al parlamento en las próximas horas.
Si algo faltaba para alimentar las sospechas de que Javier Milei y su mesa chica están embarcados en un proceso peligroso de consecuencias impredecibles fue que no se privó de asegurar que los legisladores dilatan el tratamiento de las leyes o se oponen a ellas para buscar “coimas”, después intentó arreglarlo asegurando que solo dice que algunos buscan tal beneficio, pero era tarde.
Que tal afirmación haya quedado en pie en una aparición televisiva grabada y guionada confirma qué es lo que piensa el Presidente y su mesa chica del parlamento.
Por si hiciera falta seguir demostrando sus debatibles conocimientos de economía y política, aseveró que las inversiones reaccionaran más rápido y llegarán si se profundiza el ajuste. Algo que en toda la historia de la economía mundial post segunda guerra mundial jamás ha sido comprobado, sino más bien todo lo contrario las inversiones llegan en los procesos expansivos de la economía y los mercados internos.
Sentado, una vez más, al borde del sillón a punto de caerse como rogando salir rápido de la escena, el Presidente no acepta que una sociedad se movilice en reclamo por sus medidas e insistió con la falacia del salario equivalente a 1800 dólares en la convertibilidad y aseguró que si se hubiera “seguido una tendencia lógica” en vez del populismo “hoy estaría en 3600 dólares” un invento absoluto. Algo así como decir que si todos hubiéramos nacido en Austria seriamos austriacos.
Majul no tuvo empachos en leer las preguntas para tirar un centro para que el Presidente vuelva a repetir las cuentas insólitas de una inflación imaginaria que dice y desdice a lo largo de la aparición en TV recurriendo, una vez más, a sus teorías monetarias sobre la inflación ampliamente derrotadas en las experiencias argentinas.
Los problemas con la historia argentina se hicieron presentes nuevamente confundiendo todos los números macro con el Rodrigazo sin contexto alguno como si las sociedades, el mundo y las economías fueran iguales y comparables
Milei también aseguró que el gradualismo siempre fracasó en Argentina y el shock siempre fue exitoso. Vaya uno a saber que shock y que éxito ¿No?
Obviamente, ante las definiciones de Milei, no hubo una sola re pregunta, ni siquiera cuando se quejó de que a los otros presidentes no se les cuestionaban los DNU, hubiera sido una buena ocasión para explicarle que una cosa es firmar un DNU para una ley puntual y otra firmar uno que deroga 300 leyes.
Al igual que el resto de su mesa chica el Presidente está seguro que continua con apoyo popular elevado (como no entendiendo las mecánicas electorales) y amenazó con llamar a un plebiscito si las leyes no son aprobadas por el Parlamento. Ojalá alguien le haya explicado qué pasaría si lo hace y pierde el plebiscito. Pero va en línea con su afirmación de que no se sabe la fuerza que se tiene hasta que no se pone a prueba.
Tanto es así que un día antes de la movilización lanzada por la CGT, los gremios estatales y organizaciones sociales, no tuvo empacho en asegurar que no habrá ningún tipo de aumento para los trabajadores estatales de la administración central.
Por el contrario si tiene tiempo para seguir militando las sociedades anónimas en el fútbol como algo de vital importancia (según él) para atraer inversiones. Según el presidente (con la misma lógica que aplica para los recursos naturales y su admiración por Elon Musk) Argentina es tierra de cracks que hay que entregar al mejor postor sin más.
A juzgar por sus declaraciones está bastante poco informado de la situación del juicio en New York por la estatización de YPF, disparó la creación de una inentendible Tasa Kicillof que pagaron todos los argentinos ¿? .
Cerca del final dio a entender que en el proyecto de reforma del Estado también estaría incluidas la nueva fórmula de actualización de las jubilaciones y aseguro que si se siguiera con la actual formula perderían 2.7 puntos del PBI. Algo inentendible para los jubilados y una cuenta ridícula que confunde los haberes jubilatorios de cada beneficiario con la totalidad de la masa que se paga mes a mes por los haberes. Una nueva demostración que al Presidente le cuesta entender el funcionamiento diario del Estado y la Economía.
Respecto a las tarifas de los servicios públicos insistió que los subsidios se retiraran por tercios y volvió con la idea de una reingeniería financiera para que las empresas no aumenten tanto las tarifas, una fantasía absoluta.
Para el cierre quedó un nuevo panegírico sobre el libre mercado, inexistente en el mundo, y una definición preocupante; El problema es que un 40 por ciento del país cree en la justicia social y su confesa a adhesión a la Escuela Austriaca de la economía que, ya explicamos en estos espacios, es un ensayo teórico inaplicable en la economía real y no se enseña más que como una parte de la historia económica en las universidades más importantes del mundo.
Pero aún quedaba una sorpresa trajo una vez más a Carlos Pellegrini, el “Piloto De Tormentas” pero con un desconocimiento absoluto de la historia.
Quizás no sepa que Pellegrini solo aceptó asumir la presidencia, después de la revolución y la renuncia de Juárez Celman, cuando banqueros, estancieros y comerciantes aceptaron suscribir un empréstito de 15 millones de pesos para hacer frente a compromisos externos, una especie de impuesto a las grandes fortunas de la época.
Quizás tampoco sepa que Pellegrini fue el creador del primer atisbo de Banco Central con la fundación de la Caja de Conversión y el creador del Banco de la Nación Argentina y proponía una defensa irrestricta de la incipiente industria nacional. Tanto es así que es considerado como el precursor de las ideas industrialistas de la Argentina que el mismo había estudiado en sus viajes Canadá y Estados Unidos a principios de la década del 80 del siglo XIX.


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