La Justicia investiga desde el martes la denuncia de una joven de 15 años que dijo haber sido secuestrada dentro del predio de la Universidad Nacional de Cuyo y que estuvo en cautiverio durante cuatro horas.
La Justicia investiga desde el martes la denuncia de una joven de 15 años que dijo haber sido secuestrada dentro del predio de la Universidad Nacional de Cuyo y que estuvo en cautiverio durante cuatro horas.
El hecho, que provocó conmoción en el ambiente de la universidad y hasta tuvo repercusión en las autoridades policiales que custodian ese sector, ocurrió el martes por la tarde y la víctima fue liberada, en medio de una fuerte crisis de nervios.
En ese estado radicó la denuncia y ahora los investigadores intentan dar con los sujetos, de quienes tienen, hasta ahora, muy pocos datos.
La víctima, de 15 años y alumna del DAD (Departamento de Aplicación Docente), salió de la escuela a las 15. Caminó hasta el predio universitario, más específicamente hasta la parada de colectivos del campo de Deportes.
Allí esperaba el micro para ir a su casa, pero en ese transcurso todo cambió. Según su denuncia en la Oficina Fiscal 2 de Capital, apareció un Ford Fiesta negro, en el que iban tres sujetos. Uno de ellos era mayor, y rondaría los 50 años, mientras que sus cómplices eran más jóvenes, explicó la víctima.
Le hablaron por algunos minutos y luego, por la fuerza, la metieron en el auto. Le taparon la cara y la obligaron a mirar hacia abajo.
En ese estado, el coche circuló por unos 40 minutos, dando una y otra vuelta. Finalmente se detuvo en la puerta de una casa, a donde fue introducida la víctima.
Siguiendo con su relato, allí la tiraron en un colchón y los malvivientes comenzaron a intentar cortarle su remera y pantalón. El martirio duró tres horas más, donde la víctima, desesperada, sólo intentaba defenderse, gritando y pidiendo ayuda.
Pero por motivos que ahora investiga la justicia, la situación tuvo un giro inesperado, de acuerdo al testimonio de la damnificada. Al parecer, los sujetos empezaron a discutir entre ellos y algunos de ellos abortaron su objetivo final que, por ahora, se desconoce.
"El relato indica que uno de los agresores, ante los gritos de la chica, empezó a decir que la dejaran, y que habìa que escapar", contó una alta fuente policial.
Ante esto, salieron corriendo y dejaron a la chica dentro de la vivienda. Entonces, ella salió a la calle y le pidió ayuda a una mujer que justo pasaba por ese lugar.
Era el barrio La Favorita de Ciudad y la fémina la llevó de nuevo a la UNCuyo. Allí desapareció. Llorando y nerviosa, la adolescente corrió hacia el Parque y recién en los portones, una mujer advirtió que algo raro ocurría. La abordó y asistió, para luego avisar a la policía.
Más tarde, la víctima se reencontró con sus padres y juntos fueron a la Comisaría Sexta, donde funciona la Oficina Fiscal. Ahí radicó la denuncia, que ya cuenta con el relato de la víctima, sus padres y la testigo que la contuvo.
Esta mujer ratificó que la chica estaba bajo un fuerte estado de shock y muy nerviosa cuando le pidió ayuda.
Ahora, los pesquisas ordenaron una serie de medidas con la intención de avanzar en la causa. La víctima será sometida a pericias psicológicas y la Unidad Investigativa de Capital ya trabaja en el tema.
Tenemos unas descripciones muy pobres de los autores, pero los estamos buscando, sostuvo uno de los sabuesos.
Además, el fiscal pidió un informe de los horarios que cumple la menor en la escuela, para ratificar algunos dichos, y la intención es que en algunos días, cuando esté en mejores condiciones, la chica vuelva a declarar.
Mientras tanto, la causa quedó calificada como privación ilegítima de la libertad, la cual por ahora no tiene sospechosos ni detenidos.