La palabra hecha canción es su carta de presentación, pero guarda, porque la trova de este señor que ya se ganó un lugar de culto dentro de la escena nacional, no es apta para mentes susceptibles. Viene cargada de insultos, obscenidades, y la descripción de situaciones bizarras que escandalizarían a cualquiera formado en el orden de la moral y las buenas costumbres. A Diego Perdomo eso no lo inquieta, patea el tablero, dice es ficción y sigue sumando seguidores.
Mendoza tuvo la oportunidad de escucharlo en vivo una vez más la noche del viernes en N8 Estudio. Sorprendido y agradecido ante tanta convocatoria casi completa por el cupo masculino el cantante y también escritor se despachó con un repertorio al que ha denominado Lados Z con el que se permite un recorrido más libre entre los temas de sus discos Búfalo de Agua y Salvando las distancias y algunas piezas musicales que no suelen aparecer en sus shows en vivo.
Durante una hora y media y acompañado del coro del público que conocía de principio a fin la mayoría de sus canciones zarpadas, Zamba puso a rodar El equilibrio del mundo, Don Fermín, El último peaje, La incogible, Volviste muy, muy puta de Gesell, La puerta del cabaret, Las horas perdidas, Retiro voluntario, Un hombre afortunado y Las tres cosas de la vida-, entre otros temas.
Si la noche comenzó tranquila con risas y algunos gritos como grande poeta y vamos Zambayonny, el final se vivió con la fiebre enérgica de cualquier recital. Es la tercera vez que el cantautor oriundo de Buenos Aires pisa suelo cuyano y a juzgar por la ovación, acá tiene un público que va en aumento y que le es totalmente fiel.