Doce disparos retumban en la penumbra de una ciudad que transpira dramáticas noches con olor a río y asfalto. Poéticos gritos que se entrelazan al ritmo del 2x4 para contar las historias que se suceden ahora, en el presente.
Doce disparos retumban en la penumbra de una ciudad que transpira dramáticas noches con olor a río y asfalto. Poéticos gritos que se entrelazan al ritmo del 2x4 para contar las historias que se suceden ahora, en el presente.
Si alguno pensó que el tango canción era algo del pasado y que volvía a reverdecer su época de oro en nostálgicos artistas que se empeñan en que no muera, se ha equivocado. Existe una nueva generación de músicos y letristas que dice que el tango está vivo. Embebidos de su magia han tomado la posta de despertar al género de una larga siesta y hacen que su esencia se marque al pulso de la contemporaneidad.
"Un disparo en la noche". Doce músicos. Doce canciones y una noche inolvidable. |
Fue el fundador de la orquesta Fernádez Fierro, Julián Peralta, quien sintió la necesidad de hacer visible esta nueva movida arrabalera que ahora no sólo transita entre los límites portuarios de su Buenos Aires, sino que también encuentra exponentes por el interior del territorio, como es el caso de Elbi Olalla y Victoria Di Raimondo quienes en suelo cuyano hacen de Altertango un claro ejemplo. Fue así que el pianista decidió expandir su talentoso grupo Astillero, sumar músicos, armar una orquesta típica, reunir voces, grabar un disco y filmar un documental que deje precedente de estas nuevas canciones y el grupo de personas que las moviliza.
LLamó a este registro Un disparo en la noche y fue el público mendocino el que este viernes pudo escucharlo y disfrutarlo en el Teatro Independencia. Durante una hora y media el concierto desplegó excelencia instrumental a la par de las interpretaciones de Hernán Cucuza Castiello, Juan Subirá, Miguel Suárez, Vicky Di Raimondo y Yorch Nasif quienes se encargaron de que las nuevas letras con sus relatos cobraran vida musical.
Algunos miran, otros hablan, Mi involución, Capataz, Rock and roll y Regin, son algunos de los temas que componen conceptualmente el álbum y que se escucharon en la sala. Todos verdaderos poemas que reflejan esa sangre de barrio, actuales malevos, amor, desengaño y melancolía con la que se nutre la música ciudadana. Ayer, hoy y siempre. Porque como bien dijo Peralta durante la presentación el tango es una música propia, nos representa. Es un género que nos identifica culturalmente y que desde hace años, también cuenta con músicos, compositores y cantantes que fieles amantes de su alma de suburbio se la juegan por escribir otra página de su historia.
El tango está vivo, dicen ellos. Tan vivo como cuando la orquesta Astillero conmovió al encuentro local con un disparo instrumental para aplaudir de pie. O Victoria, que como ya sabemos los mendocinos, hace que su voz detenga el tiempo y convierte a la canción ciudadana en una experiencia extraordinaria. No por nada sus compañeros de escenario la llamaron La reina del tango.
Fue una gran noche para el público local. Tuvo la oportunidad de escuchar una orquesta típica integrada por talentosos jóvenes, varios de ellos oriundos de la provincia que se sumaron al encuentro. Además, la posibilidad de conocer a un movimiento de artistas que hacen que el nuevo tango, también cante. Un lujo.