Perder la categoría nunca tiene nada bueno. Pero sí la depedida puede ser con un triunfo ante el clásico rival, es un mimo al corazón del hincha. Unión de Santa Fe le regaló ese gesto a su público, que no pudo disfrutar en la cancha del último encuentro ante Colón.
A puertas cerradas por cuestiones de seguridad, el Tantengue se impuso como local ante Colón por 1-0, por la fecha 16 del torneo Final, una semana después de oficializarse su regreso al Nacional B, tras dos temporadas en Primera División.
El único tanto del partido llegó a los siete minutos del segundo tiempo. Luego de una clara falta en el área, Damián Lizio cambió el penal que sancionó el árbitro Germán Delfino por gol.
El marco, claramente, no fue el de un clásico de esta magnitud, pero el presente del fútbol argentino y la incampacidad para brindar la seguridad adecuada llevaron a tomar esta decisión.
En la cancha, en cambio, el nerviosismo fue un fiel reflejo de un partido donde ambos se jugaban algo: Unión quería despedirse con una buena imagen (lo logró), mientras que Colón necesitaba sumar para soñar con un lugar en la Copa Sudamericana (no lo logró).
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