Día peronista

En Mendoza unos 12.000 kirchneristas festejaron la democracia y le quitaron importancia al fallido 7D

Se congregaron en el Parque Cívico y, al igual que en Buenos Aires, "bancaron" al proyecto del Gobierno con bombos y banderas. Fuerte presencia de políticos y funcionarios justicialistas.

Por Leandro Abraham

Al cumplirse 29 años desde que Raúl Alfonsín ganó las elecciones y asumió al frente del Poder Ejecutivo Nacional inaugurando un período de democracia ininterrumpida, unos 12.000 mendocinos se unieron a los festejos nacionales y aprovecharon para pedir por la plena vigencia de la ley de medios.

La tarde “peronista” comenzó cerca de las 18, con columnas de militantes que comenzaban a copar el Parque Cívico con bombos y banderas de todos los colores y tamaños, y finalizó “políticamente”, pasadas las 21:30, luego de que la presidenta hablara en Plaza de Mayo. Es que si bien cerca de las 22:30 se subió al escenario La Bersuit, la mayoría del público ya se había retirado.

En el medio, los militantes y la participación de bandas musicales mendocinos fueron el condimento de color y calor de la tarde: MUP, La Cámpora, Juventud Peronista, Militancia Social, La Discepolo y Kolina fueron sólo algunas de las agrupaciones que se dieron cita en los alrededores de la Casa de Gobierno.

Recién cerca de las 20, cuando la última banda local se bajaba del escenario, los funcionarios justicialistas comenzaron a llegar al lugar y dejaron ver que nadie quiso perderse el evento: Paco Pérez, Carlos Ciurca, Marcelo Costa, Félix González, Alejandro Abraham, Alejandro Bermejo, Rubén Miranda, Anabel Fernández Sagasti, fueron sólo algunos de los que presenciaron el acto.

De esta forma, llegó el momento en el que la presidenta salió al escenario frente a la Casa Rosada y, tras una arenga peronista que incluyó el himno histórico, los funcionarios locales se dedicaron a escuchar y aplaudir cada frase de la mandataria.

El estos momentos pudo verse al gobernador Paco Pérez notablemente emocionado y al mismo tiempo “dirigiendo la batuta” de los militantes, a quienes constantemente debió pedirle, junto con Miranda y Abraham, que bajaran las banderas para poder ver las pantallas gigantes.

Llegado el final del acto y con una despedida a puro dos dedos en V, el gobernador y sus funcionarios dejaron el escenario con una visible alegría que no cabía en él, felices por la cantidad de gente que concurrió al evento.

Es que ni bien iban dejando el escenario todos los políticos y militantes repetían sin parar “¿y ahora que va a decir Clarín?” y buscaban comparar (y resaltar) la cantidad de  gente que concurrió al 9D del Gobierno con la que fue al 8N o al 13S.
 

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