La banda de rock porteña pisó por segunda vez en el año el escenario del Bustelo y dio un recital lleno de sorpresas, con festejo de cumpleaños y la presencia de El Bordo incluido.
El Piti Fernández estaba de cumpleaños o por lo menos transitando los días nuevos que llegaron tras el (14 de noviembre dice su biografía). Mientras que Las Pastillas del Abuelo pisaban una vez más el suelo zondero para terminar acá una gira revival por la década de existencia de la banda.
Motivos había varios, por lo que el asunto entonces vino de celebración rockera y eso fue lo que se respiró anoche en el auditorio Bustelo con más de mil seguidores presentes
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Fanáticos pastilleros que le aportaron al festejo agite, banderas y decenas de globos de colores. Gracias, me hicieron sentir como un chico de nuevo, dijo el homenajeado ante la sorpresa del regalo que incluyó también el tradicional cantito de salutación.
En lo musical, los muchachos desenvolvieron una lista de temas que tuvo mucho de regreso al origen, con el recuerdo remozado en ritmos de temas que conformaron Por Colectora o del segundo disco homónimo del grupo. Así sonaron entre otras canciones: Saber cuándo parar, Perdido, Oportunistas, Tantas escaleras, Enano, Otra vuelta de tuerca, Historias y Viejo.
Siguiendo esta idea de repasar la ruta transitada, el grupo también le obsequió a su gente imágenes proyectadas como telón de fondo sobre sus viajes, entrevistas, ensayos y recitales vividos hasta ahora. Por su parte, la voz cantante y letrista de la banda descargó su energía habitual, mientras que el resto de los integrantes hicieron vibrar su instrumento con potencia y calidad.
La banda oriunda de Buenos Aires agitó la escena local con un recital de dos horas.
Con esta gran suerte de que Mendoza sea plaza constante de artistas y bandas, posibilitó que la noche tuviera otras de sus sorpresas: el hecho de que El Bordo coincidiera en tiempo y lugar con el recital de Las Pastillas (ellos tocan hoy en La Mala del Paseo Alameda) y que caldearan con su presencia un ambiente ya bien ardiente de rock. La verdad que tener amigos así es un placer, se le escuchó decir a Alejandro Kurz. Juan Fernández por su parte, se sumó al último de los tres temas que tocaron los invitados y expresó la satisfacción de poder compartir escenario.
Fueron en total dos horas de sobredosis pastillera, en la que no pudo faltar - por su puesto - los clásicos Skalipso y Lo más fino. Luego de esta parada Las Pastillas seguirán viaje. Acá nos dejaron una vez más sus canciones cargadas de contenido y un ritual rockero digno de ser vivido.