José Fernando Bustos tenía 56 años y este miércoles fue encontrado asesinado yempalado en el patio de una casa abandonada en el departamento de San Martín. Los investigadores confirmaron que la hipótesis principal apunta a una posible venganza relacionada a unas denuncias previas por abuso sexual. Además confirmaron que llevaba tres días muerto por lo que estiman que lo atacaron el domingo. También detallaron que la víctima fue ultimada por un fuerte golpe que le dieron en la cabeza con un pedazo de viga que encontraron con sangre y secuestraron de la escena.
El hecho fue descubierto este miércoles en plena siesta en el patio de una vivienda abandona en la ruta 50, entre las calles Cantalejo e Irrazabal, cercana a la Bodega Eloy Guerrero. "Fue casualidad", explicaron en cuanto al hallazgo del cadáver.
Esto porque fue una persona quien iban en un auto el que encontró el cuerpo. El hombre se tuvo que frenar porque el vehículo sufrió un problema mecánico y frenó al costado de la ruta. Allí se bajó y comenzó a buscar un alambre. Por eso caminó por esa zona semi rural y terminó en el patio de la casa abandonada, donde halló el cuerpo semi desnudo y con un palo en el ano.
Inmediatamente llamó al 911 y los investigadores intervinieron en el caso. El fiscal Martín Scattareggi se hizo cargo del homicidio.
Luego de trabajar en el levantamiento del cuerpo, confirmaron que la víctima llevaba sin vida al menos tres días desde el momento de su hallazgo. Es decir, estiman que a Bustos lo ultimaron entre el domingo por la tarde-noche y el lunes por la madrugada.
Por otro lado, explicaron que tenía un brazo y parte de la cabeza desmembrado por animales salvajes de la zona. Y que lo habrían asesinado al darle un violento golpe en el cráneo con una viga.
"Era parte de una viga, de cemento, que se le veían los hierros. Tenía manchas de sangre y restos de masa encefálica", detallaron fuentes judiciales.
Una vez analizadas las diferentes pruebas, los sabuesos se inclinan a que el móvil del crimen tenga relación directa con los antecedentes de la víctima. Esto porque bustos había sido denunciado en 2016 y en 2020 por abuso sexual.
En la última causa, ocurrida a mediados de diciembre, fue denunciado por el tocamiento que le realizó a una nena de 10 años en un negocio de San Martín. Según se conoció, en ese caso, Bustos fue imputado por abuso simple y quedó en libertad. "En esa causa no se pudo avanzar más porque la madre de la víctima después no compareció ante la Justicia y no se pudo hacer la Cámara Gesell con la nena", detallaron.
Esos datos, sumado al "mensaje" del palo que encontraron introducido en la cavidad anal del muerto, confirmarían la hipótesis de una posible venganza por ese hecho ocurrido a fines del año pasado o de otro de similares características.
Por otro lado, los investigadores esperan los resultados forenses para saber si entre las evidencias recolectadas en la escena son aptas para ser cotejadas y de allí obtener algún perfil genético. Por el momento esperan esta información para avanzar en la autoría del crimen.
Por último, se intentó tener la declaración de alguna persona que haya visto o escuchado algo en referencia al hecho de sangre pero ninguno presenció algo fuera de lugar. A su vez, indicaron que la víctima vivía en soledad y no era de juntarse con personas por su situación de indigencia.