Entre las prácticas que pretendieron "en todo momento limitar" sus funciones, enumeró "difamaciones, operaciones, comentarios negativos denostando mi persona, vaciamiento de poder, y la puesta en duda sobre mi salud emocional".
"Mis propuestas de trabajo no eran respetadas ni valoradas, sino desechadas e incluso ignoradas", lamentó Domínguez. "Que no se confunda, el debate es necesario, sano, democrático, enaltece como dirigentes, siempre con la convicción de que estamos peleando por el mismo fin: el bienestar de nuestras y nuestros compañeros y no mezquindades políticas, e intereses propios alejados de ese fin", aclaró.
En ese sentido, planteó que "en honor a todas las compañeras y en una sociedad en la que tanto nos cuesta llegar a lugares de decisión, mi condición de mujer no puede ser ignorada entre todas las variables detalladas anteriormente".
En principio, quien asumiría en el lugar de Domínguez sería César Llanos, actual secretario adjunto del gremio, hasta tanto se convoque a nuevas elecciones.
La carta completa que difundió la secretaria general
Compañeros y compañeras, cumplo en comunicarles que he presentado mi RENUNCIA INDECLINABLE ante la Comisión Directiva, al cargo de Secretaria General de este querido sindicato, por las razones que les expondré a todas y todos, convencida de que son ustedes los únicos que merecen una explicación sobre esta decisión.
En el año 2016, los y las trabajadores judiciales tuvimos un proceso electoral, en donde el poder de turno y los operadores necesarios de adentro, intentaron cooptar y destruir al sindicato, nuestra principal herramienta de defensa. Tiempo después una sentencia ejemplar puso en su lugar aquello que siempre sostuvimos, que el proceso fue transparente, legal y absolutamente válido, y quien fuera elegida secretaria general por el mandato soberano, haciendo historia como la primera mujer en ese cargo en 70 años de este gremio, debía asumir el cargo como tal.
En todo este tiempo, el poder nunca dejó de atacar, difamar y demás, situación que pudo ser soportada con la firme convicción de que la defensa irrestricta de los derechos y la lucha por las conquistas que aún nos quedan, era lo que me daba el aliento diario para seguir adelante.
En el medio de todo lo expuesto, se produjo una pandemia inesperada, trágica e inusitada en todo el mundo. Una misión precisa me tuvo trabajando 24 hs por 7 días con un único objetivo: que ningún compañero o compañera perdiera la vida, ya que eso no se recupera, no tiene forma de dar marcha atrás.
Por lo que hoy, en este momento que dejo el cargo y es mi íntima convicción, lo pude lograr con la ayuda de muchos y muchas que se jugaron y comprometieron con el mismo fin.
Siguieron llegando momentos difíciles: una paritaria compleja, y otra vez los vivos de afuera y quienes entregan a los compañeros y compañeras a manos de inescrupulosos (vale aclarar que la cláusula "c" se convirtió en un negocio para ciertos profesionales que ofrecen sus servicios, en base a conceptos retorcidos y sin fundamentos sólidos para el "reclamo") en estos últimos tiempos y en un paso de comedia, llegó hacia adentro de un sector de la CD, la difamación, las operaciones, los comentarios negativos denostando mi persona, el vaciamiento de poder, y la puesta en duda sobre mi "salud emocional", llegando a enfrentar un sector de la CD con la otra, con el único fin de opacar mi capacidad para llevar adelante el cargo.
Esta actitud y repito, SÓLO UN SECTOR DE LA CD pretendió en todo momento limitar mis funciones, no dejando que cumpliera a pleno mi rol de secretaria general y prefirió seguir con prácticas que consideré ya no eran las adecuadas para los tiempos que corren, por lo que mis propuestas de trabajo no eran respetadas ni valoradas, sino desechadas e incluso ignoradas, en un claro ataque a mi conducción.
Que no se confunda, el debate es necesario, sano, democrático, enaltece como dirigentes, siempre con la convicción de que estamos peleando por el mismo fin: el bienestar de nuestras y nuestros compañeros y no mezquindades políticas, e intereses propios alejados de ese fin.
En honor a TODAS LAS COMPAÑERAS y en una sociedad en la que tanto nos cuesta llegar a lugares de decisión, mi condición de MUJER no puede ser ignorada entre todas las variables detalladas anteriormente. No fue ni será un tema menor en estos tiempos, y espero que este trazo de la historia de nuestro Gremio, nos deje la enseñanza de poder darnos cuenta que hay que seguir dando pelea por una sociedad más igualitaria, que nos convierta en mejores personas, especialmente para nuestras hijas y nietas que nos sucederán naturalmente y por imperio moral, teniendo que realizar un esfuerzo constante para dejarles un lugar mejor en el futuro.
Ante todo, es mi dignidad intacta el fundamento esencial de este alejamiento. Abrazo fraterno A los integrantes de la CD que acompañaron este proyecto que soñamos, a quienes sin tener cargo le pusieron el hombro, a quienes me acompañarán en este alejamiento y a la militancia, entendiendo que la idea era y seguirá siendo desde un principio, especialmente personal e inclaudicable, un sindicalismo democrático, horizontal, participativo, y sin dudas con perspectiva de género.
A todos y todas GRACIAS, estarán siempre en mi corazón.
Mendoza, 15/3/2021
Adriana Elizabeth Dominguez