La justicia ordenó este jueves la liberación de Patricia Garnica (33), la mujer que en febrero de este año mató de dos puñaladas a su pareja, Cristian Vergara (38), padre de uno de sus tres hijos, en una casa de Luján de Cuyo.
La justicia ordenó este jueves la liberación de Patricia Garnica (33), la mujer que en febrero de este año mató de dos puñaladas a su pareja, Cristian Vergara (38), padre de uno de sus tres hijos, en una casa de Luján de Cuyo.
Fue el juez Juan Manuel Pina González quien rechazó el pedido de prisión preventiva que realizó el fiscal de la causa, Flavio D'Amore, y por lo tanto Garnica recuperó la libertad tras estar poco más de tres meses detenida -actualmente estaba con prisión domiciliaria-.
No obstante, Garnica seguirá imputada por un "homicidio agravado por el vínculo" pena por la cual puede ser condenada a prisión perpetua. En este sentido, posiblemente llegue a juicio bajo esta calificación, aunque en libertad.
Su abogado defensor, Emiliano Marlia, había solicitado en la audiencia el cambio de calificación, teniendo en cuenta una "legítima defensa", es que la propia imputada admitió haber matado a Vergara pero aseguró que lo hizo en defensa, luego de que este la golpeara.
El juez prefirió no cambiar la calificación y mantener la existente, aunque aseguró que "no hay riesgo de fuga", por lo que ordenó la liberación. Para el magistrado, quedan pocas pruebas por incorporar a la causa, por lo que la sospechosa "no podría entorpecer el proceso judicial" estando en libertad.
Para cumplir esto, Garnica deberá pagar una fianza de 250.000 pesos y cumplir con una serie de requisitos judiciales, entre ellos no salir de la provincia, no acercarse a testigos o familiares de la víctima fatal, como así también presentarse periódicamente en el Poder Judicial.
Vergara fue asesinado en la mañana del 13 de febrero de este año en una vivienda de calle San Martín y Tucumán, en Luján de Cuyo.
La víctima recibió dos puntazos tras una pelea con Garnica, disputa que ahora está siendo investigada por la justicia.
El objetivo es determinar el motivo y cómo se desencadenó la discusión. Es que Garnica aseguró, desde el primer momento, que ella fue quien lo atacó pero dijo que lo hizo para defenderse de una agresión de él.
Desde allí, su defensa comenzó a hablar de una situación en contexto de violencia de género, por lo que debía tenerse en cuenta la "legítima defensa", que absolvería a la acusada.
Por el contrario, desde el entorno de Vergara afirmaron que la mujer ya había amenazado con matar al hombre y hasta hablaron de hechos violentos con anterioridad.
En base a esto, explicaron que Garnica atacó al hombre porque este no asistió a una entrevista de trabajo que tenía ese día. También se habló de que la mujer enfureció al enterarse de un robo que había cometido Vergara. Todas estas hipótesis están siendo analizadas en el expediente.
Desde el día del crimen, el fiscal D'Amore analiza el accionar de la mujer. El crimen fue cometido por ella, las partes coinciden en esto, pero ahora está en debate si Garnica actuó en defensa o no.