La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó la comercialización de un medicamento para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso. La droga no es nueva, se venía utilizando en menores cantidades para tratar la diabetes, pero luego de algunas investigaciones se analizó su beneficio en procesos de pérdida de peso.
La denominación de la droga es "liraglutida" y es producido por los laboratorios daneses Novo Nordisk bajo el nombre comercial "Saxenda". Su aplicación es a través de inyecciones y el costo aproximado es de $7800 por caja que contiene 3 dosis, cubriendo de uno a tres meses, según la dosis utilizada.
El medicamento deberá ser recetado por un médico especialista en el marco de un plan de alimentación saludable y actividad física para mayores de 18 años con índice de masa corporal mayor a 27kg/m2 que sufran alguna enfermedad vinculada al sobrepeso, como diabetes, presión alta, problemas respiratorios o cardiovasculares; o con obesidad indicada por índice de masa corporal mayor a 30kg/m2. Este índice se calcula dividiendo el peso por la estatura al cuadrado.
La sustancia liraglutida actúa sobre los receptores de cerebro que controlan la saciedad, y es análogo al GLP-1, una hormona que el organismo libera en el intestino después de la ingesta de alimentos, y genera sensación de saciedad conduciendo a disminuir el consumo.
Su aplicación es diaria, inicialmente se indica una dosis menor y va aumentando paulatinamente por semana hasta llegar a los 3 miligramos por día. Luego de un mes de uso el médico se deberán analizar los resultados en cada paciente, en caso de alcanzar índices de descenso de peso positivos, el especialista puede recomendar continuar con su uso durante los próximos meses.
El tratamiento es a largo plazo, su aplicación podría continuarse durante años e incluso de por vida: "La obesidad es una enfermedad crónica, por lo que el tratamiento es prolongado y hay distintos pasos, primero cambios en el estilo de vida que incluye dieta, actividad física, y cambios en los hábitos. El paso siguiente es el tratamiento farmacológico, dentro del que se encuentra el Saxenda", explicó la doctora Magalí Sánchez, docente del módulo "Orientación en Obesidad" de la carrera de Nutrición en la Universidad Maza.
"Saxenda" se utilizaría no sólo para descenso de peso sino también para mantener el peso: "Luego de que hay descenso de peso se produce un cambio hormonal, comienza un aumento de la hormona llamada ghrelina y baja la lectina, ello hace que la persona vuelva a tener hambre y va a tender a engordar de nuevo, por eso los fármacos están indicados a largo plazo", indicó la especialista.
El medicamento está contraindicado en pacientes con fallo renal, cáncer de tiroides, alergia a los componentes del medicamento, embarazadas, entre otros. Los efectos secundarios más frecuentes son náuseas y vómitos.
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