Santoro y la UCR alfonsinista: "Mi partido eligió ser socio del neoliberalismo"
Encabeza el único sector de la UCR, Los Irrompibles, que sigue resistiendo a la alianza con el PRO. Espera que el PJ se una para "contrastar a la derecha".
Los Irrompibles es una de las tantas agrupaciones políticas de la Unión Cívica Radical, pero presenta una fuerte diferencia con la conducción del partido y se coloca en las antípodas de los máximos dirigentes por el acuerdo que realizaron con el PRO para formar el frente Cambiemos y llevar a Mauricio Macri a la presidencia de la Nación. Leandro Santoro es su líder y visitó Mendoza, donde fue entrevistado por Sitio Andino.
Santoro, quien fue candidato a vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la lista que encabezaba el kirchnerista Mariano Recalde, está recorriendo el país mostrando las fuertes diferencia que su sector tiene con la conducción del radicalismo. Los jóvenes militantes de Los Irrompibles no son muchos en Mendoza, pero suplantan la inferioridad numérica con una fuerte impronta social y, sobre todo, un gran convencimiento de que la figura y palabra de Raúl Alfonsín debe seguirse y respetarse.
La facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo fue testigo de la charla que encabezó Santoro y se tituló "Patria Grande vs Patio Trasero", donde analizó el avance de los gobiernos de derecha en toda la región latinoamericana por sobre las figuras populares que aparecieron en prácticamente todos los países en la década pasada. De la charla participaron dirigentes y militantes del Frente para la Victoria.
Antes de la charla, Santoro nos respondió las siguientes preguntas:
¿Cuál es el mensaje que traen a los estudiantes de la UNCuyo y mendocinos en general desde Los Irrompibles?
Santoro es el orgullo líder del radicalismo "Anti PRO".
Somos muy críticos al programa de ajuste que se está llevando adelante, porque entendemos que se está llevando adelante una redistribución regresiva del ingreso. Este es un cambio de ciclo en toda América Latina, hay un proceso de restauración conservadora en todo el continente y nos duele que el radicalismo sea parte de esto, porque es la desnaturalización de su misión histórica.
Con respecto al tema de la charla, ¿Creen que hay un plan Cóndor 2 en Latinoamérica como sugirió Cristina Fernández de Kirchner?
Es muy extremista decir que hay un plan Cóndor 2, pero sí hay una lógica de comportamiento que se repite en todos los países. En todos los países necesitan ajustar sin que la gente lo note, entonces construyen hechos mediáticos y jurídicos para suplantar la falta de conquistas sociales durante sus gobiernos.
Pese a sus enormes diferencias con las decisiones de la UCR ustedes siguen perteneciendo al partido. ¿Es posible que vuelvan a unirse? ¿Hay algún dirigente con el que nunca podrían coincidir?
Con Sanz seguro que no, porque es la expresión del acuerdo con la derecha. Enhorabuena que eso ocurrió, porque hace mucho tiempo que eran parecidos a Macri. Tenían la actitud esquizofrénica de decir que el radicalismo era socialdemócrata pero actuaban como ultraderecha. Por lo menos ahora coincide lo que dicen, lo que hacen y lo que piensan, algo que nos facilita la vida a los que pensamos distinto.
¿Desde las elecciones de 2015 y el triunfo de Macri con ayuda de la UCR sienten un aumento en el número de radicales descontentos con la conducción del partido?
No se está provocando una transferencia mecánica, porque mucha gente se había ido del radicalismo mucho antes de las elecciones. Hay una falta de correlación entre la estructura militante y la representación social del radicalismo. El radicalismo tiene más estructura que representación social. Por ejemplo el año pasado el candidato de la UCR era Sanz y sacó el 2%, eso significa que el radicalismo tiene tradición histórica, pero no lealtades partidarias.
Hay muchos radicales que votan a Cristina y otros que votan a Macri. Lamentablemente muchos pibes surgen a la política y como no tienen idea de lo que significa el radicalismo aceptan los acuerdos con el PRO.
En el radicalismo hay mucha gente noble que sin ser de derecha se define como radical. Hay muchos pibes que por tradición familiar acompañan decisiones de las que no están de acuerdo, pero a la hora de explicarlo o militarlo les hace mucho ruido. La política económica de este gobierno es inexplicable para cualquiera y eso les debe hacer mucho daño a esos pibes, pero tampoco me interesa caer sobre ellos porque todo pibe que milita en política es mi compañero.
El Partido Justicialista está atravesando una interna donde la división principal es entre peronismo tradicional y kirchnerismo. ¿Se sienten identificados con esa disputa?
Sí, pero es imprescindible la unidad del peronismo para contrastar contra el neoliberalismo. Me hubiese gustado que mi partido esté de ese lado, pero si mi partido decidió ser socio de los neoliberales tengo que analizar cuáles son los partidos populares que quedan. Para construir un proyecto de mayorías de cara a 2017 es necesaria la unidad del peronismo y de todos los aliados, entre los que estamos nosotros, más allá de que algunos peronistas sean funcionales a la derecha.
La sociedad actual no tiene nada que ver con la del 2011 ni con la del 2012. Inclusive creo que está cambiando tan velozmente que poco tiene que ver la Argentina de hoy con la del 2015. Esto no es una foto, sino una película, y no se puede reconstruir la mayoría electoral del 2011 donde ganó Cristina Kirchner con el 54%, porque esta es otra sociedad, entonces hay que armar una mayoría nueva que nos permita llevar adelante un plan progresista.
¿Cómo es ser los únicos radicales que muestran abiertamente sus diferencias con las decisiones del partido?
"A nosotros nos da mucha satisfacción ser la resistencia, ser el radicalismo de Alfonsín. Nos pasa algo muy especial y es que en toda provincia a la que viajamos y con todos los grupos de militantes que hablamos sentimos que pueden ser parte de nuestro sector. Es lo más lindo que hay poder hacer y decir lo que sentimos y pensamos por fuera de los socios que elija tener el radicalismo".