La jornada de ayer quedará en la historia política de Mendoza por el rechazo que el Senado le propinó a la justicialista Miriam Gallardo en su postulación para la Suprema Corte de Justicia. Sin embargo, lejos de ser un punto final, la mayoría de bolillas negras generaron una serie de disputas en el oficialismo que prometen dejar soldados en el camino.
Por ejemplo, si bien la mayoría de los referentes políticos criticaron el formato de voto secreto mediante bolillas, hay un senador que seguramente estará muy interesado en que no se conozca la verdad sobre qué bolilla eligió para Gallardo. ¿Por qué? Básicamente porque está mintiendo.
Es que cuando las palabras de una persona se enfrentan con la matemática el que miente siempre es el ser humano: las cuentas son exactas, dicen la verdad. En el bolillero del Senado se encontraron 18 bolillas blancas cuando Gallardo necesitaba 19, pero sólo 17 senadores admiten haber votado a favor. Hay una bolilla blanca sin nombre. Si, alguien miente.
En primer momento se señaló a los peronistas María José Ubaldini y Matías Stevanato como los desertores de la orden mayoritaria del PJ. Sin embargo, la noticia sobre el voto erróneo de Claudia Segovia pateó el tablero matemático y dejó a un legislador al borde de ser descubierto en su mentira. Es que Gallardo tuvo 18 votos, pero sólo 17 senadores lo admiten.
Hablé con Segovia y me confirmó que votó en contra sin querer. Es una lástima que el partido pierda la posibilidad de sumar un cargo tan importante por un error, dijo a Sitio Andino Jorge Tanús, presidente de la Cámara de Diputados y referente del sector Azul del PJ, al que pertenece Gallardo.
Tengo certeza de que Ubaldini votó en contra y también Segovia nos informó que votó en contra, aunque involuntariamente, añadió Tanús, quien prefirió no hablar sobre un nuevo postulante para la Suprema Corte. Es facultad del gobernador decidirlo, no del partido, finalizó.
Lo raro del caso es que el senador Matías Stevanato, en diálogo con Radio Andina esta mañana, también jura que votó en contra del pliego de Gallardo. Gallardo no reunía las condiciones académicas básicas, argumentó para difundir su voto y también criticó el formato de voto secreto.
¿Quién miente?
Respetamos la presunción de inocencia, pero planteamos las posibles teorías sobre quién puede estar mintiendo con su voto. La primera opción, apoyada por Tanús y también por el vicegobernador Carlos Ciurca, es que el engaño venga por el lado de Stevanato. Es que si bien el joven peronista de Maipú había adelantado su voto negativo, muchos compañeros no le creen y piensan que a último momento podría haber votado a favor de Gallardo.
También la mentira podría venir por lado de Segovia, quien dijo haberse equivocado y haber votado en contra. Lo raro del caso es que Segovia es una de las mejores amigas de Gallardo y pertenecen al mismo sector. Se dice, en los pasillos de la Legislatura, que el supuesto voto negativo habría significado una fuerte pelea entre ambas. Segovia casi se desmaya después de equivocarse al votar y Gallardo no paraba de llorar, dijeron fuentes legislativas del PJ.
Una tercera opción es que la mentira venga por el lado de María José Ubaldini. Sin embargo esa posibilidad fue descartada hasta por sus rivales internos del PJ: Ubaldini votó en contra, eso está seguro. Votó en contra por un tema personal, no político, dijo Tanús.
La cuarta posibilidad, tan remota como posible (en política todo es posible), es que ni Ubaldini, ni Segovia ni Stevanato estén mintiendo y sea un senador de la Unión Cívica Radical o sus aliados (el PRO) el que haya votado a favor de Gallardo pese a la orden de su partido.