La danza se rindió a los pies de Juan Pablo Ledo y su Ballet de Cámara
El Teatro Independencia abrió su temporada 2014 con el espectáculo "Taco, punta y traspié", que dirige e interpreta el primer bailarín del Teatro Colon. La obra le rinde honor al tango y deleita los sentidos por la excelencia que muestra en escena el cuerpo de bailarines.
Con una propuesta de altísimo nivel el Teatro Independencia abrió oficialmente la temporada 2014. Fue nada menos que el primer bailarín del Teatro Colón, Juan Pablo Ledo, quien protagonizó la velada inaugural con el espectáculo Taco, punta y traspié con el que viene recorriendo diversos escenarios nacionales e internacionales.
La obra, creación que Ledo dirige desde lo artístico y lo coreográfico e interpreta junto a su propio Ballet de Cámara, deslumbró al público local que no pudo más que rendirse en aplausos ante el talento que demostraron los artistas en cada tramo del programa.
Taco, punta y traspié se presenta al espectador como un gran tributo de la danza a la música ciudadana. Y aunque al inicio el gran bailarín regala junto a Carla Vincelli (bailarina invitada y también primera figura del Colón) una exquisita performance de ballet clásico, es el tango el que va delineando el alma del espectáculo.
El movimiento y la destreza expresiva de los cuerpos se debaten al compás del aura dramática y nostálgica contenida en el baile arrabalero. Ledo despliega versatilidad y parece que el mundo se detiene para verlo. Suena La Cumparsita, Quejas de bandoneón, Ojos Negros, Adiós Nonino y en una tela de fondo se proyecta la imagen de Piazzolla o la de Gardel. Mientras tanto, los 11 bailarines le hacen honor al género y en cada canción dejan plasmados momentos de gran belleza y sensibilidad.
Así se vive y todo lo que sucede en el escenario aparece como digno de destacar. Los cuadros coreográficos grupales o en pareja que transcurren con cada tema dándole un lugar central a todos los integrantes de la compañía y la posibilidad de recorrer con ellos el tango salón, de escenario y el tango contemporáneo.También la ambientación, la puesta de luces y el vestuario resultan hipnotizantes.
Cada elemento esta mixturado de una manera tan acorde que el proyecto independiente de la primera figura masculina del Colón provoca genuinamente que el público lo aplauda de pie. Tal como paso en la Sala Mayor de los mendocinos la noche del sábado. Un verdadero lujo.