El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dijo que su gobierno aún no decidió cuándo verterá al océano Pacífico las aguas tratadas de la central nuclear accidentada de Fukushima, una medida rechazada por los pescadores nipones.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dijo que su gobierno aún no decidió cuándo verterá al océano Pacífico las aguas tratadas de la central nuclear accidentada de Fukushima, una medida rechazada por los pescadores nipones.
Las autoridades, según la prensa japonesa, habían previsto que a finales de agosto sería la fecha en que lanzarán al mar estas aguas, resultantes de la lluvia, las aguas subterráneas y las inyecciones de líquido para enfriar los reactores de la central.
Durante una visita a Fukushima este domingo, Kishida prefirió, sin embargo, no dar una fecha exacta y aseguró que antes el ejecutivo debe "examinar" con la industria pesquera "las medidas relacionadas con la seguridad y la reputación" de ese sector, clave para la economía nipona. Japón tiene previsto verter al Pacífico hasta 1, 33 millones de toneladas de agua, una cantidad equivalente a 500 piscinas olímpicas, de Fukushima, en el noreste del país.
La central sufrió una triple catástrofe (terremoto, tsunami y accidente nuclear) en marzo de 2011 y las aguas resultantes de estos desastres son las que se quiere verter al océano.
La operadora de la central, Tepco, asegura que las aguas han sido tratadas, se han filtrado las partículas radioactivas y que no resultan peligrosas y aunque la ONU avaló esa operación, el sector pesquero se opone.
China y ahora Hong Kong prohíben los productos del mar procedentes de un gran número de prefecturas de Japón si Tokio sigue adelante con su plan de verter al océano el agua radiactiva tratada de la accidentada central de Fukushima.
Este no es el único caso ya que Hong Kong- el segundo mercado de Japón para las exportaciones agrícolas y pesqueras, por detrás de la China continental- ha tomado la misma decisión de importar productos marinos provenientes de Japón.
Fuente:DW