21 de octubre de 2025
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Geopolítica y producción

Tierras raras: el potencial oculto de Argentina en la disputa entre China y Estados Unidos

Argentina enfrenta el desafío de aprovechar su potencial en tierras raras sin caer en la dependencia de China o Estados Unidos.

Por Marcelo López Álvarez

En el ajedrez geopolítico contemporáneo, los minerales críticos se han convertido en la pieza más codiciada. En particular, los elementos de tierras raras (ETR) son hoy el insumo esencial para la digitalización, la transición energética y la tecnología militar. Su dominio define el poder global del siglo XXI. En este escenario, Argentina emerge como un jugador con un potencial aún no explotado, pero con un dilema estratégico: cómo aprovechar sus recursos sin quedar atrapada en la pugna entre Estados Unidos y China.

El dominio de China y la alarma estadounidense

La llamada “Guerra Fría Tecnológica” (como ya contó Sitio Andino) se libra en torno a 17 elementos como el neodimio, lantano, holmio o erbio, indispensables para fabricar imanes ultrapotentes, turbinas eólicas, satélites, drones militares y, sobre todo, chips de inteligencia artificial.

China ha comprendido antes que nadie la importancia de estos recursos y ha construido un monopolio casi absoluto. Controla cerca del 70% de la producción global, más del 80% de la capacidad de refinación y el 90% del mercado de concentración y enriquecimiento. Su dominio no se limita al volumen: también abarca el procesamiento, el eslabón más costoso y tecnológicamente complejo de la cadena.

Esa supremacía permite a Beijing utilizar los minerales como herramienta política. En los últimos meses, impuso nuevas restricciones a la exportación de cinco elementos estratégicos, generando una fuerte reacción en Washington. El gobierno estadounidense interpretó la medida como una amenaza directa a su seguridad económica y tecnológica, reavivando las tensiones bilaterales.

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El uso que le da la industria a las tierras raras y minerales críticos es de los más variado. Argentina en el centro de la disputa

El uso que le da la industria a las tierras raras y minerales críticos es de los más variado. Argentina en el centro de la disputa

Una respuesta con sello industrial

El Departamento del Tesoro estadounidense y el Pentágono han identificado el control de los minerales críticos como una prioridad de seguridad nacional. Estados Unidos impulsa una “política industrial de emergencia”, con inversiones millonarias en empresas locales como MP Materials, destinada a reconstruir la capacidad doméstica de refinación y manufactura de imanes.

Sin embargo, el desafío es mayúsculo: la producción estadounidense es mucho más cara que la china-hasta un 50% superior- y enfrenta obstáculos ambientales y tecnológicos. Washington sabe que no puede depender de un solo proveedor, y por eso busca socios confiables en el hemisferio occidental, especialmente en América Latina.

El tesoro oculto del subsuelo argentino

En ese contexto, Argentina aparece como una alternativa atractiva. Estudios del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) señalan la existencia de unas 500 toneladas de ETR identificadas y un potencial total que podría superar las 190.000 toneladas, suficiente para colocar al país entre los 15 mayores proveedores mundiales.

Los yacimientos más relevantes se distribuyen en Salta, Jujuy, San Luis, Santiago del Estero y San Juan, además de concentraciones en Córdoba, Buenos Aires, Río Negro y en la plataforma continental argentina. Algunos de estos depósitos fueron explorados desde mediados del siglo XX por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), aunque nunca alcanzaron desarrollo industrial por los costos y la falta de tecnología de separación.

Hoy, con el nuevo escenario global, esas reservas adquieren un valor inédito. Los elementos de tierras raras, antes ignorados, podrían convertirse en la llave de una inserción estratégica de Argentina en la economía del futuro.

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Entre Washington y Beijing

La Casa Rosada enfrenta un dilema complejo. El gobierno argentino, necesitado de financiamiento y estabilidad macroeconómica, mantiene negociaciones estrechas con Washington, que ve en Buenos Aires un socio potencial dentro de su programa de “minerales críticos”. Delegaciones técnicas del Departamento de Estado han visitado el país para evaluar reservas, regulaciones y posibles corredores logísticos.

Para Estados Unidos, el objetivo es claro: evitar repetir el error del litio, donde China consolidó su presencia en el triángulo andino (Argentina, Chile y Bolivia) mientras Washington quedó rezagado. Esta vez, busca asegurar el acceso a los minerales antes de que Beijing avance.

Sin embargo, China no se queda atrás. Empresas y delegaciones asiáticas ya han realizado misiones geológicas en el Noroeste Argentino y ofrecido cooperación tecnológica para construir plantas locales de separación de ETR. A diferencia de la estrategia estadounidense, más condicionada políticamente, la propuesta china combina inversión, transferencia tecnológica y participación directa en la cadena de valor.

La trampa de la dependencia

El potencial argentino podría transformarse en desarrollo, pero también en dependencia. La competencia entre las dos potencias coloca al país en una posición vulnerable: necesita capital y tecnología, pero también soberanía sobre sus recursos. La disyuntiva no es solo económica, sino estratégica.

Mientras Estados Unidos ofrece asistencia financiera condicionada a la alineación geopolítica, China propone un vínculo de cooperación más pragmático, aunque con el riesgo de una dependencia tecnológica duradera. En ambos casos, la capacidad de decisión argentina se pone a prueba.

Una oportunidad que exige política de Estado

El desafío para Argentina es definir una política nacional de minerales críticos que combine atracción de inversiones con defensa de los intereses estratégicos. No se trata solo de extraer recursos, sino de integrar valor localmente, desarrollar capacidades tecnológicas propias y establecer marcos regulatorios claros y transparentes.

Los especialistas advierten que el país aún carece de infraestructura, financiamiento y legislación específica para el desarrollo de los ETR. Sin una estrategia coordinada, existe el riesgo de repetir los errores del pasado: exportar materia prima sin capturar valor agregado ni construir una posición sólida en la cadena global de suministros.

Argentina en el tablero mundial

El potencial geológico argentino la coloca en una posición singular. Su riqueza en litio, cobre y tierras raras podría convertirla en un actor clave de la transición energética global. Pero esa misma ventaja puede derivar en presión externa y tensiones diplomáticas, especialmente en un mundo que ya funciona bajo una lógica de bloques.

Mientras China y Estados Unidos se disputan el control de los minerales del futuro, Argentina intenta equilibrar su necesidad de desarrollo con su autonomía política. En esa tensión se define buena parte de su destino: si logra administrar su patrimonio con visión estratégica, podría pasar de ser una ficha secundaria del tablero global a convertirse en un jugador relevante en la nueva economía tecnológica y energética.

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