Los gobiernos de Argentina y Estados Unidos alcanzaron un Acuerdo Marco de Comercio e Inversión Recíproca, mediante la intervención del flamante canciller Pablo Quirno, exsecretario de Finanzas de la cartera que dirige Luis Caputo.
El canciller Pablo Quirno anunció un acuerdo comercial que disminuye aranceles con Estados Unidos y estimulará las inversiones. Los detalles.
Los gobiernos de Argentina y Estados Unidos alcanzaron un Acuerdo Marco de Comercio e Inversión Recíproca, mediante la intervención del flamante canciller Pablo Quirno, exsecretario de Finanzas de la cartera que dirige Luis Caputo.
"El acuerdo crea las condiciones para aumentar las inversiones de Estados Unidos en Argentina e incluye reducción de tarifas para industrias claves aumentando el comercio bilateral entre ambos países", explicó Quirno a través de X. Tras el anuncio, el canciller publicó una foto con el representante comercial de la Casa Blanca, Jamieson Greer.
Desde la Embajada de Estados Unidos en Argentina indicaron que el acuerdo "incluye reducción de tarifas para industrias claves, alineamiento de estándares, fortalecimiento de protección de propiedad intelectual, y un compromiso conjunto para promover un comercio más justo y recíproco".
El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, celebró la medida: "Amplio acuerdo comercial con los Estados Unidos: menos aranceles, más mercado, más libertad".
El primer punto del acuerdo establece un “acceso preferencial” de Argentina sobre los mercados norteamericanos para las “exportaciones de bienes, incluidos ciertos medicamentos, productos químicos, maquinaria, productos de tecnología de la información, dispositivos médicos, vehículos automotores y una amplia gama de productos agrícolas”.
También detalla la eliminación de aranceles recíprocos sobre “ciertos recursos naturales no disponibles y artículos no patentados para uso farmacéutico”.
El segundo ítem detalla el desmantelamiento de barreras no arancelarias por parte de Argentina que restringían el acceso al mercado local, incluyendo “licencias de importación” y garantizando las condiciones “más equitativas para el comercio internacional”.
“Con este acuerdo, se ha comprometido a no exigir formalidades consulares para las exportaciones estadounidenses a Argentina. Asimismo, Argentina eliminará gradualmente el impuesto estadístico a los productos estadounidenses”.
Se detalla que Argentina permitirá el ingreso de productos americanos “que cumplan con las normas estadounidenses o internacionales aplicables, las regulaciones técnicas estadounidenses o los procedimientos de evaluación de la conformidad estadounidenses o internacionales, sin requisitos adicionales de evaluación de la conformidad”, y continuará eliminando las barreras no arancelarias “que afectan el comercio en áreas prioritarias”.
A su vez, el tercer punto detalla que la importación de vehículos fabricados en Estados Unidos serán aceptados por Argentina cuando se cumplan con las “Normas Federales de Seguridad de Vehículos Automotores y las normas de emisiones estadounidenses”.
También aceptará los certificados de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y las autorizaciones previas de comercialización para “dispositivos médicos y productos farmacéuticos”.
Se destaca el avance argentino contra un “importante y notorio” mercado regional de productos falsificados. En ese sentido, se indica que Argentina se comprometió a abordar los “desafíos estructurales” señalados en el Informe Especial 301 de 2025 de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos, entre los que se incluyen los ”criterios de patentabilidad, el retraso en la tramitación de patentes y las indicaciones geográficas”, así como a trabajar para “armonizar su régimen de propiedad intelectual con las normas internacionales”.
Se señala que Argentina abrirá su mercado al ganado bovino estadounidense, como a su vez el acceso al mercado de las aves de corral de ese país “en el plazo de un año” y se acordó “no restringir” el acceso al mercado de los productos que utilizan “ciertas denominaciones para quesos y carnes”.
Se simplificará, también, los procesos de registro de productos para la carne de res, productos cárnicos, vísceras y los productos porcinos estadounidenses, al tiempo que tampoco se exigirá el registro de instalaciones para las importaciones de productos lácteos norteamericanos.
“Estados Unidos y Argentina tienen la intención de colaborar para abordar las barreras no arancelarias que afectan al comercio de alimentos y productos agrícolas”.
Se detalla que Argentina adoptará e implementará la “prohibición a la importación de bienes producidos” mediante “trabajo forzoso u obligatorio”, y también reforzará la aplicación de la legislación laboral”.
Se indica que Argentina se comprometió a adoptar medidas “para combatir aún más la tala ilegal” y fomentar una economía “más eficiente” en el uso de los recursos, incluso en el sector de minerales críticos. También aplica las obligaciones del Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre “Subvenciones a la Pesca”.
Se intensifica la cooperación Estados Unidos, con el objetivo de “combatir las políticas y prácticas no mercantiles” de otros países. Ambos países también se han comprometido a “identificar instrumentos” para "armonizar" sus enfoques en materia de control de exportaciones, seguridad de las inversiones, evasión arancelaria y “otros temas importantes”.
Se indica la cooperación para facilitar la inversión y el comercio de minerales críticos. También se acordó el trabajo para “estabilizar” el comercio mundial de la soja.
Argentina se comprometió a abordar las “posibles acciones distorsionadoras” de las empresas estatales y las subvenciones industriales “que puedan tener un impacto” en la relación comercial bilateral.
Argentina acordó facilitar el comercio digital con Estados Unidos reconociéndolo como “jurisdicción adecuada”, conforme a la legislación local para la transferencia ”transfronteriza” de datos, incluidos los personales, y absteniéndose de “discriminar a los servicios o productos digitales estadounidenses”.
El gobierno de Javier Milei también se propone reconocer como “válidas”, según su legislación, las firmas electrónicas conforme a la legislación estadounidense.
El acuerdo busca establecer condiciones claras, estables y basadas en reglas para el comercio y las inversiones entre ambos países, y se apoya en las reformas que Argentina ya puso en marcha para modernizar su economía.
“Estados Unidos y Argentina trabajarán con celeridad para finalizar el texto del acuerdo para su firma y llevar a cabo sus respectivas formalidades internas antes de que el Acuerdo entre en vigor”, detalla el comunicado de la Casa Blanca.

