Después del stand up del presidente Javier Milei en el recinto de Diputados y la presentación formal del proyecto de presupuesto 2025 el primer mandatario junto a su ministro Luis Caputo viajarían la próxima semana a los Estados Unidos en busca de destrabar algunos canales de financiamiento.
A pesar de los números (tocados con la contabilidad creativa) que el Gobierno muestra como positivos y su compromiso a rajatabla con el pago de la deuda antes, incluso, que los gastos de funcionamiento del estado hay una clara incertidumbre sobre cuándo y de qué manera se podrá alcanzar un nuevo acuerdo o por lo menos un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Gobierno de Javier Milei introdujo en el proyecto de presupuesto 2025 una regla de tipo fiscal que prioriza el pago de los intereses de la deuda, antes de discutir otros gastos del Estado la idea del equipo de Javier Milei y Luis Caputo es reemplazar con esto las tradicionales metas trimestrales del FMI por una política de ajuste fiscal orientada al cumplimiento de los compromisos de deuda. Sin embargo, persisten las dudas sobre la opinión del Fondo sobre promesas (por ahora ni siquiera son ley) de un equipo económico que conduce Luis Caputo.
El problema no es el Fondo sino los privados
El gran cuello de botella que tiene en el 2025 la Argentina no es el Fondo Monetario Internacional sino los acreedores privados que tenían o tomaron bonos de la renegociación de la deuda de Mauricio Macri que realizó Alberto Fernández. Sin embargo, avanzar en un acuerdo con el FMI es indispensable, ya que los inversores en bonos argentinos ven en el seguimiento y acuerdos con el Fondo algún tipo de garantías en el cumplimiento con sus deudas.
Si el gobierno consiguiera que el Fondo cambiara las revisiones trimestrales por una creencia (casi religiosa) del organismo a lo que prometen Milei y Caputo quedarían todavía ver las reacciones de las calificadoras de riesgo y como se comportaría el riesgo país ante el compromiso del Ejecutivo que por ahora solo son un par de líneas en un proyecto que no siquiera empieza a analizar el Congreso.
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Con la Asamblea General de la ONU es el marco para que Javier Milei y Caputo viajen a Estados Unidos en busca de dólares.
La pared infranqueable
Todas las ideas y acciones del Gobierno, de este y los anteriores, siempre terminan chocando con la misma pared uno la escasez de dólares para cumplir con los vencimientos de deuda y el funcionamiento de la economía. La única solución que este equipo ve en el horizonte es la búsqueda de un préstamo que permita cubrir los primeros pagos mientras intenta refinanciar un préstamo de los más de 5000 millones de dólares que vencen en los próximos meses y de esta manera evitar la presión sobre el mercado cambiario
Estas gestiones se suman a los esfuerzos del equipo de Economía, que también se encuentra evaluando la emisión de nueva deuda para paliar la falta de liquidez. A pesar de estas acciones, la presión sobre el dólar financiero podría aumentar si no se logran acuerdos concretos con antelación.
Javier Milei sigue sumando millas
Con el objetivo de garantizar los primeros pagos de deuda de 2025 (que el Gobierno asegura ya tener depositados en Nueva York) y avanzar en las negociaciones con el FMI, parte del equipo económico argentino, liderado por Santiago Bausili, presidente del Banco Central, viajaría en las próximas semanas en búsqueda de sostén financiero de entidades internacionales y avanzar en la renegociación con el FMI.
Fuentes del Gobierno aseguran que el Presidente y Luis Caputo, también participarán en estas gestiones en el marco del viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU. Aunque las negociaciones con el FMI están concentradas en Washington, Milei y Caputo podrían reunirse con altos funcionarios durante las jornadas en la ONU.
Desde el Gobierno aseguran (como si fueran voceros del Fondo) que Luis Cubeddu, subdirector del departamento para el hemisferio occidental del FMI, y nuevo responsable de las negociaciones con la Argentina y a evalúa la posibilidad de que el próximo acuerdo con la Argentina se estructure bajo un nuevo programa de metas trimestrales. Esto sería contrario a lo que piensa el Gobierno que pretende hacer valer el compromiso del Presupuesto para evadir las evaluaciones trimestrales.
De ser así se impondría la lógica y lo que hace unos días afirmo el mendocino Claudio Loser, que no importaba que se reemplace el negociador del Fondo porque las exigencias no cambiarían.