En el Día del Vino, la industria despide al legendario bodeguero Adriano Senetiner
Fue fundador de una histórica bodega en Luján. Su trayectoria en el mundo del vino, durante la que creó otra firma. Cuál fue su último vino.
Adriano Sentiner, referente del vino argentino, falleció a los 88 años
Considerado uno de los Caballeros del Vino, este viernes a los 88 años falleció Adriano Senetiner, fundador de la bodega que lleva su apellido en Luján. Su muerte coincide con la celebración del Día del Vino como bebida nacional, de la que se lo reconoce un enorme aporte.
Justamente 13 años atrás, un 24 de noviembre de 2010, se sancionaba la ley que declaraba al vino como símbolo.
Senetiner es considerado una de las glorias de la industria vitivinícola argentina y recordado por el espíritu innovador, que lo llevó a ponerse al frente de 2 bodegas en distintas etapas. Mendocino por adopción, había llegado al país junto a su familia desde Italia en 1949, a los 14 años.
"En 1958 hice mi primer vino, en Maipú", recordaba en una entrevista reciente. Y el último fue uno de lujo con su nombre: Adriano, con el que había asegurado que cerraba su historia en la enología.
Ya fines de la década del '60 fundaría con quien luego sería su suegro, Nicanor Nieto, su bodega Nieto y Senetiner, ubicada en la localidad lujanina de Vistalba. De Nieto Senetiner saldrían marcas emblemáticas como la homónima y Cadus, un ícono de lujo.
Años después empezaba a alternar el quehacer empresario con la actividad institucional como presidente del ex Centro de Bodegueros de Mendoza (hoy Bodegas de Argentina) en dos etapas: entre 1976 y 1983, y de 1989 a 1992.
Nueva bodega, otra etapa
Pero la concentración de capitales que fue una característica de los '90 no le fue ajena a la vitivinicultura. Eso hizo que Senetiner decidiera vender su empresa al grupo Molinos Río de la Plata, entre fines de 1998 y comienzos de 1999.
Como emprendedor, el cierre de una etapa le permitió abrir otra. Y con ella una nueva bodega: Viniterra, ya en tiempos del boom exportador argentino identificado con el Malbec, y la incipiente tendencia de las "bodegas boutique", signadas por una producción acotada y de alta calidad.
Sería un ciclo compartido con Walter Bressia, hasta entonces enólogo de Nieto Senetiner, devenido en responsable de la elaboración de los vinos de Viniterra. Y con el tiempo, también su socio.
Actualmente, como lo hiciera el propio Senetiner en la entidad gremial empresaria, Bressia tiene un activo rol desde la institucionalidad empresaria al frente de Bodegas de Argentina.
"Ecco qui il mio lavoro". Aquí está mi trabajo, solía decir Senetiner, frase que dejó para la posteridad en la contraetiqueta de "Adriano", su último vino y gran obra, un Malbec hecho con uvas de una parcela única. Y al que le auguraba una larga vejez como su legado.