Si algo caracteriza a la historia del turismo y la balanza turística de nuestro país es que la salida de dólares por turismo emisivo supera el ingreso de dólares por los extranjeros que visitan Argentina.
Al complicado panorama de dólares que enfrenta el Gobierno se suma a hora el desbalance de la cuenta turismo. El atraso cambiario propicia un boom de viajes.
Si algo caracteriza a la historia del turismo y la balanza turística de nuestro país es que la salida de dólares por turismo emisivo supera el ingreso de dólares por los extranjeros que visitan Argentina.
Claro que la magnitud de ese desbalance es variable de acuerdo con los tiempos económicos y el atraso del tipo de cambio. Cuando se dan situaciones como la actual, donde el tipo de cambio está absolutamente atrasado y, además, Argentina tiene inflación en dólares, los riesgos para las reservas se multiplican.
Según un reciente trabajo de la Fundación Mediterránea, cuando la competitividad se vuelve desfavorable, la relación entre turismo emisivo y receptivo puede alcanzar niveles de 2 a 1. Si bien hoy no se ve esa proporción, se cree que podría darse cuando llegue el verano, si la relación peso-dólar continúa fortaleciendo artificialmente a la moneda argentina.
Los investigadores de la Fundación Mediterránea, Marcos Cohen Arazi y Vanessa Toselli, resaltan en su trabajo que, en los últimos 90 días, la relación entre turismo emisivo y receptivo aéreo se situó en 1,37, acercándose a los niveles de 2019, cuando el déficit de la cuenta turismo alcanzó los 2.600 millones de dólares.
Según el informe, en el primer semestre de 2024, el turismo emisivo consumió 3.900 millones de dólares y el saldo neto fue negativo en 1.400 millones.
Las estimaciones preliminares prevén que la demanda de dólares por turismo emisivo se acerque a 7.500 millones al finalizar el año, con un saldo neto negativo de 2.700 millones, ya que se estima que ingresaron por turismo receptivo unos 4.800 millones de dólares.
Así, el "déficit Ezeiza" cerraría el año con una cifra cercana a los 3.000 millones de dólares, pero deja un piso preocupante para 2025, ya que se espera un verdadero boom del turismo emisivo para los primeros meses del próximo año, potenciado por la eliminación del Impuesto PAIS, razón por la cual el gobierno considera algún tipo de reemplazo.
Un ejemplo de lo que puede pasar en los próximos meses es lo que se vive en estas horas en las agencias de viajes -tanto físicas como virtuales- donde es imposible encontrar un lugar en alguno de los programas para viajar a São Paulo a ver el Gran Premio de Fórmula 1 con la participación de Franco Colapinto, y la gran demanda para el Gran Premio de México.
Los investigadores de la Fundación Mediterránea, Cohen Arazi y Toselli, remarcan que, durante septiembre, las búsquedas en la web relacionadas con destinos en el exterior crecieron un 54% interanual, mientras que las de turismo interno cayeron un 15%.
El informe destaca que el sector turístico es responsable del 7% del empleo privado registrado en el país y, desde diciembre del año pasado, ha mostrado una pérdida acumulada de 2,2 puntos porcentuales de puestos de trabajo.
Fiel a sus conceptos ideológicos, la Fundación Mediterránea propone como solución reformas desregulatorias e impositivas para recuperar competitividad. Medidas que son necesarias, sin dudas, pero la verdadera solución para que el turismo interno vuelva a florecer es recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores y tener un tipo de cambio acorde con la realidad, y no uno ficticio que garantice negocios financieros por sobre los productivos.