En un escenario de incertidumbre y vulnerabilidad, Argentina enfrenta un panorama de riesgos de seguridad sin precedentes, según revela el World Security Report, elaborado por Allied Universal y G4S. El informe, que releva las percepciones y estrategias de los líderes de seguridad corporativa en distintos países, advierte que la inestabilidad macroeconómica persistente se ha convertido en el principal factor de preocupación, al tiempo que se profundizan las amenazas físicas y geopolíticas.
La economía, el epicentro de la seguridad
El 44% de los líderes de seguridad en Argentina anticipa que la incertidumbre económica impactará directamente en las operaciones empresariales, superando incluso el promedio regional de América Latina (41%). Este entorno volátil no solo compromete la estabilidad operativa, sino que también genera presiones presupuestarias significativas. Tres de cada cuatro responsables en el área (76%) afirman enfrentar la necesidad de equilibrar la inversión en protección con la reducción de costos, un dilema que pone a prueba la capacidad de reacción de las compañías.
A pesar del aumento de los riesgos, solo el 60% de los líderes argentinos espera un incremento en los presupuestos destinados a seguridad física, la cifra más baja de toda la región (promedio del 72%). Esta brecha entre la percepción del riesgo y la capacidad financiera para mitigarlo se traduce en consecuencias concretas: un tercio de los líderes (31%) reportó pérdidas de ingresos durante el último año a causa de incidentes de seguridad, el porcentaje más alto de América Latina.
esp-argentina-wsr
Lo lideres preocupados por la seguridad empresarial y corporativa. Sin embargo, no se esperan grandes inversiones
La amenaza a los ejecutivos y la estabilidad corporativa em Argentina
Uno de los aspectos más sensibles señalados por el informe es la creciente amenaza contra los ejecutivos corporativos y empresas. El 34% de los líderes de seguridad en grandes compañías internacionales con presencia en Argentina reconoce que la violencia dirigida hacia los altos directivos ha aumentado en los últimos dos años. Este riesgo, además de representar una amenaza directa para las personas, compromete el valor accionario y la continuidad del negocio. No es un dato menor: el 97% de los inversionistas institucionales globales considera fundamental la protección de estos líderes, que representan alrededor del 30% o más del valor total de las empresas.
Riesgos geopolíticos y de infraestructura crítica
El estudio también registra un incremento notable en las preocupaciones vinculadas con los riesgos geopolíticos y la infraestructura crítica. La inquietud por la interrupción del suministro energético se disparó al 40%, frente al 27% del año anterior, alcanzando el nivel más alto en América Latina. En paralelo, el temor a conflictos o episodios de inestabilidad política creció del 7% al 33%, la segunda cifra más elevada de la región.
En cuanto a las amenazas específicas, el robo de bienes físicos se consolidó como la principal amenaza externa anticipada (33%), duplicando el registro del año anterior y encabezando el ranking regional. En el plano interno, la filtración de información sensible (41%) es hoy la mayor preocupación, reflejando la convergencia entre amenazas físicas y digitales que caracteriza al nuevo escenario de seguridad corporativa.
Tecnología y capacitación: nueva estrategia
En un contexto de restricciones presupuestarias y riesgos crecientes, las empresas están optando por redefinir sus estrategias hacia la eficiencia y la innovación tecnológica. “El aprovechamiento de la tecnología es una herramienta poderosa para el procesamiento de datos que mejora la eficiencia operativa”, señaló a Sitio AndinoGastón Enrique Lupi Vilardebo, gerente general de G4S Argentina, al destacar que la prioridad está puesta en la inversión en nuevas tecnologías de seguridad.
Entre las herramientas que se perfilan como fundamentales para los próximos años se destacan el control de acceso biométrico, la videovigilancia con inteligencia artificial y los sistemas de detección de intrusiones. Estas soluciones, combinadas con la capacitación del personal, buscan maximizar el retorno de inversión y fortalecer la resiliencia organizacional.
Para Eddy Esquivel, presidente regional de G4S América Latina y el Caribe, la seguridad física debe asumirse como un imperativo estratégico y un generador de valor empresarial. En sus palabras, “la inversión prioritaria en tecnología y la formación de los equipos será la combinación crítica que defina el éxito de los programas de seguridad en un entorno regional cada vez más complejo”.
La digitalización del personal de seguridad, mediante la integración de herramientas que faciliten la toma de decisiones informadas, emerge como un camino hacia una nueva etapa en la que proteger a las personas, los activos y la continuidad del negocio deja de ser un gasto para consolidarse como una inversión en la estabilidad corporativa.