Cuando esta noche, a las 22, se apagaron las luces del teatro griego Frank Romero Day una nueva Vendimia comenzó a tomar vida. Así, “Juglares de Vendimia” copó la noche y la atención de mendocinos, argentinos y extranjeros.
Cuando esta noche, a las 22, se apagaron las luces del teatro griego Frank Romero Day una nueva Vendimia comenzó a tomar vida. Así, “Juglares de Vendimia” copó la noche y la atención de mendocinos, argentinos y extranjeros.
El Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2023 culminará con la elección de una nueva Reina de la Vendimia que será coronada en lugar de Natasha Sánchez, la actual soberana vendimial.
“Juglares de Vendimia, un canto a la naturaleza” contó con una puesta en escena que fue una loa a la naturaleza, la visión constructiva y ecológica del cuidado de nuestras fuentes naturales, del respeto a las leyes universales que rigen toda nuestra creación en cada una de sus dimensiones.
Con sonoros latidos, bajo las estrellas y sus constelaciones, en un teatro griego que abrazó su magnífica arquitectura, comenzaron los cantos de La Buena Moza, al inicio de la noche. Una presencia que gratamente permaneció y que gustó por su sello inigualable, ahora hecho vendimia.
“Los Juglares” luego comenzaron a desprender sus mensajes, ataviados en sus coloridos trajes, seduciendo a los espectadores con su histrionismo, para lograr ser identificados en sus propósitos y misiones. De repente, como suceden los infortunios, los Juglares descubrieron que el sabor del vino era distinto. La dulzura y composición delataron una transformación inesperada, que no respondió al agrado de sus paladares. Asombrados y afligidos, comenzaron a cuestionarse lo sucedido. En ese instante, la otra protagonista, La Vendimia, se alzó con su voz dolida e interrogó qué había acontecido.
La Vendimia es una ofrenda vital para esta Mendoza renaciente en proyección y evolución, haciendo consciente nuestro compromiso, lealtad y protección, a nuestra Tierra natal, a cada uno de quienes conformamos este oasis, siendo jardines, mensajeros y custodios, eslabones todos de una Humanidad armónica, saludable y vital.
Indudablemente, el sello innovador fue aportado por la fusión de la Murga La Buena Moza con la potente orquesta sinfónica y criolla y su repertorio de musical original. Son el “canto” a la Naturaleza y la vía elegida para hacer llegar el mensaje.
Las interpretaciones de la murga y su tono característico, se adaptaron al desarrollo con una naturalidad asombrosa, haciendo un aporte esencial en la gestación de una nueva manera de relatar un historia vendimial.
En total hubo 1.050 artistas sobre el escenario del Frank Romero Day. Fueron 400 bailarines/as folclóricos +30 Bailarines/as folclóricos adultos (51 a 65 años) + 22 Bailarines/as con discapacidad + 200 Bailarines/as contemporáneos + 250 Actores y actrices + 16 Actores y actrices con discapacidad +8 Solistas + 50 Músicos + 12 Jefes de boca + 20 Traspuntes + 30 Traspuntes utileros + 12 Monitores.
El ensamble ejecutó en vivo la partitura musical, con 52 intérpretes de orquestación sinfónica y popular, 48 instrumentistas y 6 cantantes + la murga La Buena Moza, con 3 percusionistas y 17 cantantes.