El 2024 será recordado como un año histórico para el fútbol del Club Sportivo Independiente Rivadavia, que no solo logró mantenerse en la Primera División del fútbol argentino, sino que también dio pasos importantes en su crecimiento institucional y deportivo. Bajo la dirección de Daniel Vila y un plan de trabajo bien definido, el ente del Parque de Mendoza se consolidó como uno de los equipos con mayor proyección en el fútbol nacional.
Un año exigente para el fútbol leproso
El paso de Independiente Rivadavia a la máxima categoría del fútbol argentino en 2024 fue un desafío que la institución asumió con responsabilidad. El club no sólo compitió en la Primera División, sino que se preparó para ello con un plan integral de mejoras en sus infraestructuras. El estadio Bautista Gargantini y la Ciudad Deportiva se convirtieron en los ejes de un proceso de renovación que tiene como objetivo estar a la altura de la competencia más exigente del país.
Las obras en el estadio Bautista Gargantini incluyeron mejoras en la accesibilidad, seguridad y confort para los hinchas, garantizando un entorno más moderno y adecuado para los partidos de Primera División. En paralelo, la Ciudad Deportiva experimentó un crecimiento significativo, con un trabajo continuo en sus instalaciones, desde la cancha de entrenamiento hasta los sectores destinados al fútbol infantil y formativo.
El compromiso de la dirigencia del Club Sportivo Independiente Rivadavia
Desde la dirigencia del club, encabezada por Daniel Vila, se destaca el compromiso con el crecimiento estructural y deportivo. “Nuestro primer año en Primera ha sido más que un camino, estamos construyendo historia. En el 2025 vamos por mucho más para seguir creciendo", expresaron en un mensaje a través de las redes sociales del club, celebrando los logros obtenidos y mirando hacia el futuro con optimismo.
El club ha sabido combinar su éxito en la primera división con un claro enfoque en la mejora de sus instalaciones y el fortalecimiento de sus bases. El trabajo realizado en el predio de la Carrodilla, donde entrenan tanto los jugadores profesionales como las divisiones inferiores, ha sido fundamental para garantizar que el club continúe produciendo talento local, consolidando su identidad en todas sus categorías.
El 2025 se vienen más metas para el fútbol Azul
Con el 2024 como punto de partida, Independiente Rivadavia tiene la mirada puesta en un 2025 que promete ser aún más ambicioso. La renovación del estadio Bautista Gargantini y las mejoras en la Ciudad Deportiva se complementarán con nuevos proyectos que buscan dar un salto de calidad tanto en lo deportivo como en lo institucional.
El trabajo constante en la infraestructura será clave para que el club siga creciendo en todos sus aspectos. Además, la apuesta por la formación de futbolistas, con un enfoque integral que va desde las divisiones infantiles hasta la profesional, es una de las prioridades de la dirigencia. “Para el 2025 tenemos objetivos claros, tanto a nivel deportivo como estructural, y vamos a seguir trabajando con la misma pasión y dedicación”, aseguraron desde las redes sociales de la Lepra.
Crecimiento y proyección: el Futuro del fútbol de Independiente Rivadavia