Una razón más para consumirlos: los cítricos son de las pocas cosas que bajaron de precio
En días en los que casi todo sube, el precio de las naranjas, mandarinas, pomelos y limones es menor al de meses atrás debido a la estacionalidad. Su aporte nutricional.
El enorme valor nutricional que tienen hace que los cítricos se conviertan en una excelente opción.
Meses atrás comprar cítricos en las verdulerías de la provincia de Mendoza era casi un imposible. Por ejemplo, en abril el kilo de naranjas superaba los $1.000 pesos en muchos comercios. Sin embargo, la estacionalidad -junto a otros factores- hizo que el precio mermara, a contramano de lo que viene sucediendo con el precio de otros productos, como la papa, el pan o la carne, por nombrar solo algunos. Esto y el enorme aporte nutricional hace que los cítricos se conviertan en una excelente opción.
Las naranjas y mandarinas son de las frutas más vendidas, éstas juntos a los limones y pomelos constituyen el grupo de cítricos más populares en Argentina.
Como dijimos, en abril el kilo de naranjas superó los $1.000 y el de mandarinas rondaba los $800, producto de la resolución de Senasa que prohibía la entrada de cítricos en distintos puntos de la provincia y las consecuencias de la sequía.
Pero la buena noticia es que el precio de los cítricos respondió a la lógica del mercado y hoy un kilo de naranjas ronda los $400 y el de mandarina los $450, un alivio para el golpeado bolsillo de las familias mendocinas.
"Hay que consumir cítricos, es lo recomendable en esta época. Estamos en temporada y es bueno para la salud", destacó Omar Carrasco, presidente de la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA).
Así, a precios mayorista, la naranja se consigue por $3.200 el cajón, en jaulón de naranja embalada en $5.000, el limón a $2.000 el cajón (de jugo), la mandarina dancy a $6.500 y la encore a $6.000.
Por qué consumir cítricos en invierno
Los cítricos son las frutas de invierno por excelencia ya que son fuente de flavonoides (naringenina, hesperidina o limoneno), vitamina C y folatos. Se trata de nutrientes que activan el sistema inmunológico, refuerzan las defensas naturales y aumentan la resistencia contra infecciones.
Su componente mayoritario es el agua, son ricos en vitamina C, ácido fólico y contienen cantidades apreciables de beta-caroteno, precursor de la vitamina A. Son ricos en los ácidos málico, oxálico, tartárico y cítrico.
La cantidad de fibra que poseen es apreciable y ésta se encuentra sobre todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza. Son una importante fuente de potasio y magnesio (y en cambio son pobres en calcio).
Ayudan en la formación del colágeno en los huesos, músculos, cartílagos y vasos sanguíneos. Favorece la absorción del hierro debido a su acidéz. Controla los niveles de colesterol, azúcar y ácido úrico, previniendo el desarrollo de problemas circulatorios, afecciones cardíacas y enfermedades como la gota. Estimula el funcionamiento del páncreas, regula los niveles de azúcar en sangre y controla las hipoglucemias.
Ayudan a mantener la piel más bella y saludable, gracias a las vitaminas y aceites esenciales que contienen. Ayudan a desintoxicar el cuerpo. Ayudan a eliminar metales pesados como el plomo, el mercurio, el cadmio y el cromo que se encuentren en la sangre. Contribuyen a depurar los órganos y regenerar los tejidos
Con la ingesta de una naranja mediana o tres mandarinas al día se cubren los requerimientos diarios de vitamina C, que participa en la salud del colágeno y las articulaciones, en las reacciones de oxidación y en el sistema de defensas.
Además, un cítrico al día mejora los niveles de anemia. Junto al agua es una bebida idónea para deportistas. El zumo de cítricos proporciona una buena dosis de azúcares y, combinado con la misma proporción de agua y una pizca de sal, se convierte en una bebida isotónica para deportistas. Es una alternativa más nutritiva que las bebidas comerciales ya que, además de los constituyentes elementales (sales minerales), proporciona vitaminas, minerales y antioxidantes, que marcan la diferencia.