Este jueves, la Clínica de Cuyo debió recurrir a la Justicia de Mendoza luego de que una familia se negara a vacunar a su bebé. En medio del conflicto por la vacunación, intervino el Juzgado de Familia y el ETI.
Este jueves, la Clínica de Cuyo debió recurrir a la Justicia de Mendoza luego de que una familia se negara a vacunar a su bebé. En medio del conflicto por la vacunación, intervino el Juzgado de Familia y el ETI.
La situación se desencadenó el jueves, cuando una familia se negó a que una beba recibiera las vacunas que son obligatorias y están establecidas en el calendario de vacunación. En ese contexto de negación, el personal médico de la Clínica de Cuyo decidió denunciar ante las autoridades el caso.
Las vacunas, según el Ministerio de Salud, son una de las principales medidas para evitar un conjunto de enfermedades prevenibles que pueden ser graves para nuestra salud. Por este motivo consideran que el acto de vacunación es una responsabilidad y obligación que debe realizarse cada etapa de la vida, así, de esta manera, no solo se protege la persona que recibe la vacuna sino a toda la sociedad.
Pese a remarcar la importancia de la vacunación, la familia intentó postergar la vacunación porque, según trascendió, tenían un hijo con una patología del espectro autista y culpaban a las vacunas por esa condición (un vínculo que fue desmentido por la ciencia hace décadas).
Con la denuncia efectuada por parte del trabajador de Salud y de la Clínica de Cuyo, el Juzgado de Familia y el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) de Las Heras intervino y este viernes se determinó que la bebé debía ser vacunada.
En caso de que sus padres se opusieran a la decisión de la Justicia, los efectores de Salud están habilitados para inocularla e intervenir, si hace falta, con ayuda de personal policial ya que se considera un derecho de la menor.
Finalmente y luego del dictamen judicial, los padres accedieron a inocular a la menor con las dosis correspondientes. Se trata de las vacunas de la Hepatitis B, que debe otorgarse dentro de las primeras 12 horas de vida, y de la Tuberculosis BCG, la cual se coloca antes de egresar de la maternidad.