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“Esta brecha se profundiza en la secundaria, donde solo 13 de cada 100 estudiantes llegan al último año en el tiempo teórico esperado y con conocimientos satisfactorios de Lengua y Matemáticas”, añaden desde dicho movimiento.
¿Alfabetización: cuál es la situación en Mendoza y Argentina
A Sitio Andino, la directora de Evaluación de la Calidad Educativa, Romina Durán, precisó que en los resultados obtenidos a nivel provincial en el Operativo Aprender 2023 observaron que hubo una disminución de 10 puntos porcentuales de estudiantes en niveles críticos del área de Lengua.
“Antes teníamos el 21% de estudiantes en nivel crítico y pasamos a tener el 11%”, puntualizó.
Pese a esta mejora, la alfabetización sigue siendo un tema complejo. En rigor, las últimas evaluaciones internacionales de Unesco (ERCE 2019) señalaron que, en Argentina, el 46% de los chicos y chicas de 3er grado no comprenden un texto acorde a su edad, según publica Argentinos por la Educación.
Esto se agrava cuando se abren las cifras, puesto que revelan que, cuando se toma en cuenta a los estudiantes de menor nivel socioeconómico, el porcentaje asciende a 61,5.
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Lanzan una campaña para fomentar la lectura en los más chicos
En diálogo con Sitio Andino, Pablo Mainer, director de la ONG Hablemos de Bullying y fundador de la Alianza Anti Bullying Argentina, detalló que “está comprobado cómo cambia la alfabetización de los chicos que tienen una base de lectura en casa”, por lo que en esta oportunidad se optó por poner “el foco en el rol de los adultos, más allá de los docentes, en lo que tiene que ver con el fomento a la lectura”.
“Vemos una crisis en el sistema y los problemas de alfabetización inicial. Esta es una dificultad que se arrastra en la trayectoria pedagógica porque si el chico no comprende lo que lee, después es muy difícil que entienda de matemática u otro tipo de materia”, sostiene Mainer en cuanto a los efectos que produce, a mediano y largo plazo, la falta de comprensión lectora.
Y continúa: “No es cuestión solamente de que sepan leer, sino de que entiendan lo que están leyendo. Cuando un chico tiene este tipo de dificultades, esta habilidad que no se generó se arrastra y después vemos dificultades hasta en el nivel superior”. Más tarde, esto repercutirá también en la capacidad de analizar o generar textos complejos, resumir o sacar conclusiones de los mismos.
“Vemos en secundaria mucha frustración [por este motivo] de parte de los chicos e, inclusive, es uno de los motivos de deserción escolar”, expresa .
Por ese motivo, en el marco de la Campaña Nacional por la Alfabetización lanzada en 2023, el CPA impulsa junto a Argentinos por la Educación la iniciativa “Leeles. Siempre hay algo para leer”.
En qué consiste la campaña
“En diferentes plataformas, medios de comunicación tanto gráficos como televisivos y radiales, redes sociales y con referentes de la cultura, del espectáculo y del deporte, la idea es instalar el hashtag #SiempreHayAlgoParaLeer para que se fomente la lectura en casa”, explica Mainer.
Además, la fecha en que se impulsa el movimiento resulta, también, estratégica teniendo en cuenta el fin del ciclo escolar y la llegada de las vacaciones de verano. “Estudios demuestran cómo retroceden los chicos en esta época porque no se fomenta la lectura”, añade.
El hashtag “Siempre hay algo para leer” no solo hace referencia a las diversas novelas, cuentos o propuestas literarias que se pueden encontrar en la biblioteca sino a que, justamente, la lectura puede ejercitarse a través de un sinfín de escritos y textos que rodean nuestra cotidianidad.
“No es necesario tener una biblioteca o grandes libros, sino que puede ser a partir de una canción, a partir de una nota en una revista, de una receta… La idea es que los chicos estén constantemente familiarizados con la lectura y, si es compartido con los adultos, mucho mejor”, señaló.
Cómo librar una batalla por la atención de los chicos contra la tecnología
El debate sobre los celulares y su inserción cada vez más pronunciada en todas las esferas de nuestra vida desembarcó en el ámbito educativo, por lo que ya se está pensando en estrategias para incluir estos dispositivos en las propuestas pedagógicas.
En este aspecto, Mainer sostiene que es importante generar espacios en los que se estimule la lectura en los hogares. Especialmente en una era en la que los aparatos tecnológicos lideran una carrera por la atención de los niños, niñas y jóvenes.
“Los chicos aprenden por lo que se llama modelado, es decir, imitan lo que ven, no tanto lo que uno les dice. Entonces, uno puede decirle mil veces leé o toma este libro pero si no acompaña, no se sienta al lado, no le muestra imágenes, no lo hace visual, no le cuenta un cuento, no comparte, es muy difícil que ese chico agarre el hábito”, explica.
Por este motivo, Mainer -quien forma parte de la Red de Organizaciones de Argentinos por la Educación- subraya que es fundamental dar el ejemplo debido a que las pantallas vinieron a complejizar esta situación.
“No es cuestión de demonizar las pantallas. Son herramientas que traen un montón de oportunidades, pero sí hay que tener cuidado porque ya se ha demostrado que tienen algunas consecuencias -sobre todo en las edades más tempranas- en materia de adicción o de problemas de vista", concluye.
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