En Mendoza, sólo el 7% de personas trans tiene trabajo
La Ley de Cupo Laboral Trans se aprobó hace más de un año pero aún no ha sido reglamentada. De un universo de más de 485 personas trans sólo 7% tiene trabajo.
Pilar Brissio señaló que el número de personas trans con trabajo en Mendoza es muy bajo.
En junio del 2021, se aprobó en Argentina laLey Nacional de Cupo Laboral Trans. Esta normativa establece que las personas travestis, transexuales y transgénero, que reúnan las condiciones de idoneidad, deberán ocupar cargos en el sector público en una proporción no inferior al 1% del total de los cargos. La ley aún no se reglamenta (hay un decreto) pero algunas provincias avanzan- y otras lo intentan- hacia una normativa propia, como es el caso de Jujuy, San Luis y Santa Fe, por mencionar algunos ejemplos. Mendoza, sin embargo, no progresa demasiado y sólo el 7% de la comunidad trans de la provincia tiene trabajo y, por supuesto, la mayoría en la informalidad.
“Desde nuestra organización, Clik, los números que manejamos son muy negativos. Tenemos a 6 personas que accedieron a un trabajo formal en dependencias nacionales a través del cupo laboral trans. Hay una gran complicación y es que, si bien la Nación tomó la empatía política e institucional de agilizar el proceso con un decreto, la ley no está reglamentada. Hasta que eso no suceda, no podemos hacer ninguna exigencia ante ningún organismo nacional en la provincia, sólo queda la empatía de cada funcionario/a”, comenzó a explicar Pilar Brissio, inspectora de la Agencia Territorial de Empleo y parte de la organización provincial Clik.
“En cuanto al trabajo informal, hay menos de un 7% (de un universo de más de 480 personas trans) en el Gran Mendoza, casi nada.Analizamos la situación y vimos que hay personas del colectivo LGTTIBQ+ en el sector agro, muchas compañeras en el Este provincial que están pudiendo socializar sus vidas por medio de este trabajo porque las calles están muy peligrosas y sigue existiendo la violencia institucional, con la Policía, no se difunde pero las compañeras tienen mucho miedo y están en el agro, un sector que no imaginábamos que iban a tomar como opción porque es muy duro, patriarcado, machista, mal pago y porque no podemos regularizar las situaciones. A veces vamos y la misma gente que trabaja allí piensa que es normal el trabajo informal en el campo, está naturalizado porque, normalmente, son familias enteras que están en esa situación hace tiempo”, agregó.
Históricamente, la comunidad trans y transgénero ha sido forzada a trabajar en la prostitución, en la clandestinidad, sin amparo y obligadas a soportar situaciones violentas, crueles y exponiéndose a enfermedades, esta realidad no es nueva pero sigue sucediendo. Con la Ley de Cupo Laboral Trans, se encendió una luz al final del camino pero si a fines de este 2022 la normativa no se reglamenta, quedará como está: sin obligaciones, requerimientos y poco cambiará.
No obstante, la comunidad trans sigue empujando para salir de las calles y toman el trabajo que pueden- informal o no- y los que les ofrecen por su identidad. “Por ejemplo, hay más de 3 compañeras en San Martín trabajando en el agro, también en Tupungato. Hemos visto que a las compañeras les sirve por lo que vamos a trabajar en eso para ayudarlas con una cooperativa para asesorarlas por medio del Ministerio y para poder tenerlas en la legalidad y protegiéndolas, que es lo que corresponde”, expuso Brissio.
Y sumó: “Tenemos otra compañera que trabaja, también gracias al cupo laboral nacional trans- en una sede del Banco Nación de Mendoza y próximamente, tenemos la esperanza de que AFIP implemente el cupo pero hay muy poco a nivel nacional y a nivel provincial, ninguno, son todas dependencias nacionales”.
Es que faltan mucho por hacer y muchas personas trans por incluir, que buscan la oportunidad para dejar la noche que las pone en peligro sistemáticamente fuera del amparo político y social. “Siguiendo la cuenta entonces, tenemos 5 en blanco y 32 personas que trabaja en bares en negro y aquí hay otro problema: los/as empleadores se abusan de sus horarios, piensan que porque son mujeres trans la noche no es peligrosa para ellas, les dan esos turnos de trabajo en los que salen y ya no tienen, por ejemplo, servicio de transporte público y quedan varadas, a la noche, las detiene la policía, son vapuleadas. Esas chicas entonces no vuelven a esos trabajos y en estos casos no por estar o no ‘en blanco’ sino porque no tiene la seguridad ni la estabilidad institucionalidad que las proteja, empezando por la empresa para la que están trabajando”, señaló Pilar Brissio.
Pilar Brissio, inspectora de la Agencia Territorial de Empleo.
Foto: Yemel Fil
La inspectora recordó que, igualmente, las falencias no son sólo laborales, también las padecen en el sector de la salud donde persiste la discriminación y el destrato, en organismos donde deben hacer trámites y reciben destrato: “Entonces, cuando vemos que la iniciativa política está pero la sensibilización no ha llegado al personal que trabaja en estos lugares, es porque también hay una falla social”, dijo.
“Muchas de nuestras compañeras no tienen estudios pero hoy puedo decir que, gracias a nuestra organización, tenemos un aula satélite en Casa Hermana para ellas y hay más de 30 chicas estudiando, 30 compañeras a punto de concluir sus estudios y que están esperando a ser llamadas por el cupo laboral trans. La parte educativa la estamos solucionando porque las compañeras quieren, porque hay un aula satélite en Mendoza y podrán decir ante quien pregunte: ‘aquí tengo lo que me están pidiendo’ aunque es algo que la Ley no exige analíticos pero dentro de los organismos, es lo primero que se pide y esa es la falencia negativa que le hacen sentir a las personas”, agregó.
En este sentido, Brissio detalló que, por otro lado, 4 personas trans han completado sus estudios superiores en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), que varias lo están haciendo y que muchas otras han abandonado. “Hoy, estamos alentando a que terminen sus estudios en el aula satélite, les damos charlas, conversatorios y luego las acompañamos a la universidad para que avancen y no se queden en la duda, preocupadas o con miedo a cómo las van a tratar”, dijo.
Según el más reciente informe del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad que tiene a su cargo el monitoreo del cupo laboral travesti trans. En marzo del 2021, eran 87 las personas empleadas por la Nación y un año después son 409, lo que representó un alza del 348%, respecto al informe inaugural pero “Mendoza no suma. Tenemos la suerte de que el Ministerio de Trabajo próximamente va a incorporar a otra compañera trans en San Rafael pero estamos diciendo que un ministerio ha tomado a dos y los otros ministerios a ninguna persona trans. ¿Hay algún problema? No lo sabemos, creemos que aún hay una decisión que no se toma”, apuntó Brissio.