En Mendoza, aparecen unos 200 casos de cáncer de cuello uterino por año y alrededor de 60 mujeres mueren por esta causa. Sin embargo, profesionales de la salud señalan que esta enfermedad es prevenible y que puede curarse si se detecta a tiempo. En el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino (también conocido como Cáncer cervical), la importancia de los controles ginecológicos, del test de VPH y de la vacunación como métodos que podrían erradicar esta afección.
“El cáncer de cuello uterino es el más prevenible de todos, diría que es el único que se puede prevenir 100% porque se sabe qué lo produce y esto es muy importante. El principal causante es el Virus del Papiloma Humano (VPH), que es muy común, de hecho, el 80% de las personas ha tomado contacto y en algunos casos lo desconoce. Lo que ocurre es que dentro del VPH hay varias cepas diferentes y algunas que son más peligrosas- como la 16 y la 18- que otras”, comenzó a explicar Santiago Orrico, titular del Programa de Prevención y Detección Precoz de Cáncer de Cérvix y Mama de Mendoza.
“No obstante, desde que ingresa el virus hasta que produce el cáncer, transcurren alrededor de 10 años. Entonces, tenemos todo ese tiempo para prevenir las lesiones pre cancerosas. Se pueden detectar y tratarlas, extirparlas con micro cirugías y, de esta manera, prevenir la progresión hacia la enfermedad”, agregó el profesional.
¿Cómo prevenir?
Orrico señaló que con dos simples- pero concretas- acciones, se podría erradicar el cáncer de cuello uterino como un problema de salud. “Una es la vacunación. Es la primera vez en la historia que se crea una vacuna contra un cáncer apuntando al agente que lo causa. La otra medida es haciéndose el papanicolau y el test de VPH que, a través de una muestra, indica si está presente el virus de alto riesgo o no”, dijo.
Y agregó: “El test de VPH no sólo puede detectar las cepas 16 y 18 (de alto riesgo) sino también otras 12 cepas más que también lo son. Además, es un método mucho más sensible para detectar lesiones que, incluso, el papanicolau y, si da negativo, la mujer debe repetirlo en 5 años. Es revolucionario y ya está implementado en el sistema de salud público de Mendoza, esto quiere decir que se realiza en todos los centros de salud y hospitales públicos. En el sector privado, avanza la cobertura de diferentes obras sociales y prepagas”.
Cabe resaltar que el cáncer de cuello uterino no es hereditario sino que depende exclusivamente de la presencia de uno de los tipos de virus del VPH de alto riesgo y la falta de controles por un largo periodo de tiempo.
¿Todas las mujeres deben vacunarse contra el VPH?
El titular del programa explicó que la vacuna es preventiva, no curativa. “Entonces, para la mujer que ya tuvo VPH no sería tan efectiva. Lo que sucede es que la mujer que tuvo una lesión en el útero desconoce cuál fue la cepa que la ocasionó por lo que la vacuna podría ayudar, igualmente. Incluso, hay trabajos científicos que afirman que en los casos en los que la paciente tuvo una lesión, se trató y después se vacunó, las posibilidades de que regrese la lesión son mucho menores, por eso, se recomienda a las mujeres vacunarse aún si ya están activas sexualmente y/o si han tenido una lesión en el cuello uterino”.
El cáncer cervical o de cuello uterino es el único 100% prevenible.
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Tengo diagnóstico, ¿qué pasará ahora?
Lo primero y principal es no relacionar el término “cáncer” con “muerte”. Aún con diagnóstico, sigue habiendo posibilidades de superar la enfermedad. “La lesión pre cancerosa es 100% curable. Cuando se detectan, ya sean de bajo o alto grado de riesgo, se pueden quitar, incluso, con microcirugías que hasta se pueden hacer en consultorio con anestesia local”, expuso el profesional.
“La clave es someterse a los controles porque lo que sucede es que en algún momento, si no, esa lesión avanza y se convierte en un verdadero cáncer. Los síntomas son: sangrados de cuello de útero, sinusorragia (sangrado luego de las relaciones sexuales) y ahí, el cáncer ya empieza a avanzar más rápidamente. Igualmente, aún en esa situación, todavía hay posibilidades de curación, obviamente, mientras más tiempo pasa, más disminuyen esas chances peor existen”, agregó.
Y para finalizar, resaltó: “Lo más importante es que un cáncer de cuello uterino, tomado a tiempo, también se puede curar. Se pueden detectar lesiones y tratarlas para que no avancen hacia la enfermedad pero, si sucediera, se puede curar. Es fundamental realizarse los controles ginecológicos en tiempo y forma, este cáncer se puede prevenir”.