Un cuarto de siglo creando el primer paso del vino
El vivero más grande de la Argentina cumple 25 años produciendo las plantas que dan origen a los mejores ejemplares del vino argentino.
El vivero cumple 25 años proveyendo a la vitivinicultura mendocina.
Cada vino tiene su historia, una historia que nace en la vid. Una planta noble, resistente con miles de años de historia. En vitivinicultura es fundamental que esa planta a su vez tenga un proceso de nacimiento y creación correcto para trabaja a partir de allí grandes vinos.
En ese nacimiento de las nuevas vides también hay historias y una de ellas cumple un cuarto de siglo la de Vivero Mercier.
La historia de Mercier en la Argentina comienza a escribirse en 1998 cuando la empresa francesa Pépiniéres Mercier, -cuarta generación de viveristas-decide explorar nuevos horizontes para la venta de sus plantas de vid.
El nacimiento de una nueva vitivinicultura y la proyección que se visualizaba para el vino argentino fueron las bases para que la familia Mercier junto con el entonces llamado “Vivero de los Altos” dieran los primeros pasos de lo que hoy es Vivero Mercier Argentina.
Ese primer año, Mercier entregó plantas producidas en Francia a 5 proyectos mendocinos. Luego de la participación exitosa del vivero en la Sitevi Mercosur del ‘98, se observó un aumento en la demanda de plantas injertadas de vid que hicieron crecer la idea de producir plantas en Argentina, bajo el knowhow de Pépiniéres Mercier. “La primera producción consistió en estacas con injertos soldados desde Francia, que se criaron en un predio de La Remonta, Campo de los Andes. Fueron 500 estacas en macetas y 4.500 estacas en suelo”, recuerda el ingeniero Daniel Bergamin, gerente de producción de Mercier Argentina.
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El vivero celebró un cuarto de siglo proveyendo a la industria del vino.
Jean Pierre Mercier, con sus hijos Miguel y Guillaume convencidos con esta primera prueba inician la búsqueda de un lugar para construir invernaderos y un taller de injertación. “Nos enteramos de que un vivero californiano instalado en Perdriel, Luján de Cuyo, llamado ‘Vinífera Sudamericana’ había puesto en venta sus instalaciones porque se retiraba del país, el lugar era perfecto, la tecnología que poseía era del primer mundo, algo impensado para nosotrosy además, contábamos con la presencia de Don Segundo Vargas, un joven peruano que oficiaba de encargado, el cual nos acompañó durante algunos años transmitiéndonos sus conocimientos”, relata Bergamin.
El aprendizaje del equipo local incluyó viajes a Francia para aprender los principios básicos de la producción de plantas injertadas, de la mano de una empresa experta en la materia que ya atesora más de 130 años de trayectoria y tiene presencia en más de 35 países en todo el mundo.
Te invitamos a escuchar la charla en Sabores de Argentina por Radio Andina con el ingeniero Daniel Bergamin.
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Hitos y logros
Con motivo de su 25° aniversario Miguel Mercier detalló el proceso vivido por el “no fue siempre fácil, pero lo vivimos con alegría y optimismo. Y estamos convencidos que el camino es el de la inversión, alineados a los nuevos valores como la sustentabilidad, la innovación varietal y genética y la producción de plantas orgánicas”.
El crecimiento de Vivero Mercier fue sostenido en el tiempo, tanto en lo que respecta a la producción de plantas como en la incorporación de tecnología y ampliación de su infraestructura.
En sus instalaciones de Perdriel, allá por el 2000 se realizó la importación y montaje de 4000m2 de invernadero multicapilla Richel. Al año siguiente, ya se realizaron las primeras selecciones masales de Malbec. En 2003 se logra la firma del contrato de licenciamiento de marca para la producción y comercialización en todo el territorio argentino, de clones franceses, bajo la marca ENTAV-INRA. Un año más tarde se construye la bodega experimental y laboratorio enológico, en la cual se realizan las primeras vinificaciones técnicas con objetivos experimentales y de investigación. En 2007 se produce y entrega la primera planta injertada certificada por INASE. El camino de la certificación nos llevó a uno de los hitos más importantes de nuestra historia cuando en el 2012, se produjo y presentó la primera planta certificada de Malbec clonal argentino injertada sobre pie americano.
Los avances en investigación, las inversiones en infraestructura y tecnología, la ampliación de superficie para nuevos campos de producción y las vinculaciones con empresas e instituciones continúan de manera sostenida y como sello de identidad de Vivero Mercier.
Un hito de gran trascendencia es la participación en el proyecto IBEROGEN -que se inició en 2017-, el cual se lleva adelante en colaboración con el IBAM-CONICET-UNCUYO para el estudio de las bases genéticas de distintos clones de Malbec y su adaptación al cambio climático.
En 2021 el vivero inicia sus primeras gestiones en acciones sustentables, con la participación en la redacción del Protocolo de Sustentabilidad para Vivero de Bodegas de Argentina. En este sentido, en 2022, Mercier obtiene la certificación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y este año fue distinguido con elS ello Luján Sustentable.
Un gran presente y un futuro prometedor
Hoy la empresa tiene presencia con sus productos en 20 provincias argentinas, en viñedos desde Humahuaca a Tierra del Fuego; y desde la Costa Atlántica hasta lo más alto de la Cordillera de los Andes. Su participación en el mercado de plantas injertadas representa el 60% del total nacional. Cerca de 2000 clientes y un total de 46 millones de plantas comercializadas a lo largo de su historia confirman el liderazgo de la empresa, que se sigue proyectando con firmeza como un eslabón clave de la vitivinicultura argentina
“Lo que se viene para el vivero es el aumento de la producción de plantas certificadas, alcanzar la certificación en sustentabilidad y avanzar en la certificación de plantas bajo producción orgánica”, identificó el ingeniero Bergamin sobre el futuro de Mercier. Además, señaló que existe la intención de incorporar variedades resistentes al portfolio de productos y crecer en la mecanización y automatización de los procesos.
Mercier además de proveer a toda la Argentina de plantas de vid es la responsable de la creación de viñedos icónicos como el de la Enoteca, el Teatro Griego, el INV, Hospital Central, Plaza del vino y Penitenciaría Federal. Además, de realizar donaciones de plantas a escuelas técnicas y proyectos comunitarios, con fines educativos.