La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el exministro de Economía Sergio Massa encabezaron un encuentro del Partido Justicialista (PJ) en la localidad de Moreno.
Se encontraron -junto a Massa y Máximo Kirchner- en un evento partidario en Buenos Aires. Más allá de la imagen, hubo contrapuntos que reflejan las diferencias.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el exministro de Economía Sergio Massa encabezaron un encuentro del Partido Justicialista (PJ) en la localidad de Moreno.
Los tres referentes se mostraron juntos en medio de la tensión entre el kirchnerismo y la gestión del mandatario bonaerense. Del encuentro también participaron el diputado nacional, líder de La Cámpora y titular del justicialismo bonaerense, Máximo Kirchner, y la intendenta de Moreno, Mariel Fernández. Junto a ellos, unos 60 consejeros partidarios.
Los dirigentes se reunieron a solas en el interior de la reserva municipal "Los Robles", un bosque de 260 hectáreas, con el objetivo de "volver a conectar y dejar atrás las internas". Los militantes que asistieron debieron quedarse en las inmediaciones del complejo, ya que no se permitió su ingreso.
Quienes asistieron al evento dejaron claro que la foto de unidad que el peronismo montó este lunes no mengua el enfrentamiento entre los principales exponentes detrás de la grieta que atraviesa al principal partido opositor a Javier Milei. Hubo un contrapunto entre CKF y el bonaerense.
Kicillof planteó la necesidad de enfrentar a Milei y acompañar a los sectores perjudicados, pero además pidió al resto que lo respalde en sus reclamos a la Casa Rosada, que pongan de manifiesto las deudas y el ahorcamiento financiero al que el gobierno libertario somete a esa provincia. Y exigió que todo el peronismo ponga en valor el esfuerzo de su gobierno, “como escudo y red”.
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Insistió en un concepto que repiten quienes están alineados con él: la necesidad de poner en relieve que gobierna el peronismo en la provincia de Buenos Aires y que “somos distintos”.
A su turno, CFK recogió el guante. Dijo que casi todos los presentes eran sus “hijos políticos” y nombró uno por uno a quienes formaron parte de sus gobiernos, especialmente a muchos de los funcionarios del gabinete del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad que dirige Andrés Larroque.
Dijo, además, que no le pueden decir que no apoya a Kicillof y apuntó que el ataque de Milei no es contra el gobernador de Buenos Aires sino contra la provincia, que es el bastión del peronismo.
“Hay que dejar las vanidades y los egos” de lado, dijo la expresidenta, quien no le perdona a Kicillof la construcción de una carrera presidencial sin pedir permiso y, menos aún, que se haya mantenido prescindente en la pelea que La Jefa tuvo con el gobernador Ricardo Quintela por la comandancia del PJ.
La última vez que CFK y Kicillof habían compartido un evento fue el 23 de octubre en La Plata. Fue para un acto de Abuelas de Plaza de Mayo que mostró gestos gélidos entre ambos, tras el cual Estela de Carlotto definió la escena como “dos chicos” que se pelean.
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A su turno, Kirchner hijo desafió a quienes lo señalan como el responsable provincial de la pelea del peronismo en Buenos Aires que esmerila a Kicillof. “Todos tienen mi número”, inquirió invitando al diálogo.
Abrazado a la avenida del medio -también en la interna del peronismo-, Massa pidió lavar los trapitos sucios dentro de casa. El exministro de Economía sostiene que las peleas puertas afuera del espacio suman para Milei.
Fuente: con información de Letra P