El impacto de la inflación sobre la vida cotidiana de todos los argentinos es una realidad de la que nadie le puede escapar. Los sueldos cada vez rinden menos y las referencias de los precios son casi inexistentes. Pero cuando esta realidad se traslada a una escala mayor puede verse de forma contundente el impacto en las subas de los precios. Uno de esos parámetros es la obra pública. En el último años hemos visto cómo se infló de manera abrupta el costo de todas las obras. Un caso paradigmático es el de la ruta 99, cuya licitación ya está en marcha. La diferencia entre lo presupuestado y lo ofertado supera el 100%.
Si cualquier arreglo en una casa de familia implica destinar un presupuesto abultado, cuando hablamos de edificios, rutas, o cualquier otra obra de grandes dimensiones, los números toman otra dimensión. Y frente a esto hay una realidad compleja: lo que se presupuesta termina siendo un número muy inferior a lo que finalmente se gasta y no solo por los imprevistos que pueden aparecer en el desarrollo de la obra. Ahora se aplica algo sabe de antemano: hay que contemplar la suba de precios al momento de proyectar cualquier trabajo, por menor que sea.
Sin embargo, ese monto puede llegar a duplicarse en el mejor de los casos, con un ritmo de inflación que acumula en lo que va del año casi 60%, y que específicamente en la construcción es del 54,49% para el mismo período, según el relevamiento del Centro de Ingenieros de Mendoza.
En otras oportunidades hemos dado cuenta de las dificultades que atraviesa el sector. Y, en concreto, en el de la obra pública se combina la baja cantidad de oferentes (cuando las licitaciones no quedan vacías) y las ofertas que superan ampliamente el monto proyectado.
"Hay muchos problemas con los materiales. Hoy no tenemos un precio justo y hay mucha incertidumbre. Algunos materiales los estamos pagando a un precio excesivo y en algunos casos los estamos adquiriendo sin valor, sin saber a cuánto los vamos a terminar pagando", graficó José Candeloro, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Mendoza tiempo atrás a Sitio Andino.
Por eso, muchas desisten de participar de licitaciones, por lo cual en estos procesos hay menos oferentes. A esto se suma un dolor de cabeza para el Gobierno ya que pasan presupuestos superiores a los calculados oficialmente.
Desde el Ejecutivo señalan esta misma situación. Incluso el propio gobernador Rodolfo Suarez admitió que "es muy difícil llevar adelante una licitación pública". "Nos quedan muchas licitaciones desiertas. Las empresas no quieren participar ante la gran incertidumbre financiera y monetaria que hay”, sostuvo en la inauguración de un nuevo tramo de Rama Chimba de la obra de impermeabilización del sistema de riego que forma parte del confín del canal Independencia-Cobos.
Sin embargo, manifestó que pese a esas circunstancias: “No podemos parar la obra pública porque entendemos que es fundamental. Son obras necesarias para la productividad y para crecer. Les mejoran la calidad de vida a los vecinos de la zona y generan empleo”.
Y en este sentido podemos reflejar la situación respecto a la obra de reconstrucción y puesta en valor de la Ruta Provincial 99, conocida como Circuito Turístico Papagayos. En abril, cuando el gobernador junto al ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, firmaron el acta de intención para la obra, el presupuesto estimado era de 1.000 millones de pesos.
Pero al momento de apertura de los sobres de las ofertas, en agosto, el monto se había duplicado. Para los Tramos 1 y 2 (financiados por el gobierno nacional), la UTE conformada por las empresas CEOSA – DAFRÉ SA. presentó una oferta de $ 2.139.343.892,64 y tres variantes de precios; mientras que la UTE conformada por las empresas Constructora San José SRL y Ayfra SRL presentó una oferta de $ 2.219.830.994,60.
Hay que aclarar que la obra cuenta con un plazo de ejecución de 12 meses, por lo que ese monto previsto en agosto quedaba muy rezagado.
Con esta obra, se busca reconvertir el Circuito Turístico Papagayos para elevar el potencial turístico e inmobiliario. Los trabajos se realizarán en tres tramos. El primero comenzará en el acceso al Santuario de la Virgen de Lourdes en El Challao y concluirá en la rotonda de San Isidro. El segundo tramo será desde la rotonda de San Isidro hasta la presa de Papagayos. Por último, el tercer tramo -que será financiado por la Provincia- irá desde Papagayos hasta el Ecoparque. Así se completarán en etapas los casi 10 kilómetros del conocido circuito.
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El ambicioso proyecto de reconstrucción de la ruta 99.
El tramo 1 contará con dos calzadas de dos trochas de 3,3 metros de ancho por cada sentido de circulación, ciclovía bidireccional, cantero central de 2 metros de ancho, obras de drenaje, nueva iluminación, dársenas para el transporte público y reforestación, entre otros detalles. El tramo 2 quedará conformado por una calzada bidireccional de 6,70 metros de ancho, nuevas banquinas pavimentadas, ciclovía bidireccional, dársenas para el transporte público, reforestación y nueva iluminación, entre otras obras. Ambos segmentos se definirán con nueva señalización y demarcación. El tramo 3, que une el Dique de Papagayos con el área norte del Cerro de la Gloria, con lo que se completarán los 10 kilómetros.