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Privacidad infantil en redes: el peligro de ser víctima de abuso sexual

El caso de la docente de Tupungato acusada injustamente de abuso sexual reflota la necesidad de tomar recaudos a la hora de usar redes sociales.

Por Pablo Segura

El caso de la vicerrectora de una escuela de Tupungato que fue acusada injustamente por un abuso sexual reflota la peligrosidad que existe hoy en el manejo de las redes sociales y, sobre todo, a la hora de compartir imágenes o videos a través de distintas aplicaciones.

Es que la mujer de 52 años, fue blanco de una imputación por abuso sexual luego de que su nieta de 11 años se grabara e intentara publicar el video en Youtube. Esto generó una alerta internacional por un supuesto caso de abuso sexual infantil y derivó en la detención de la docente.

Sin embargo, funcionarios judiciales advierten sobre estas acciones, sobre todo, a la hora de compartir algún tipo de imagen o video en que aparece un menor de edad.

Privacidad infantil en redes: el peligro de ser víctima de abuso sexual

Si bien se reservan detalles para no entorpecer distintas investigaciones judiciales, es importante destacar que, siempre, existe un control internacional sobre las imágenes y/o videos que son publicados o compartidos a través de distintas aplicaciones de mensajería o redes sociales.

A partir de esto, existe una enorme diferencia entre la situación, por ejemplo, de un padre que comparte con allegados suyos una imagen de su bebé, posiblemente sin ropa, a la de una situación de abuso sexual infantil.

Sin embargo y aunque parezca una obviedad, muchas veces genera alertas internacionales que luego desencadenan en causas judiciales. Eso es lo que pasó en Tupungato.

Funcionarios judiciales que investigan casos de abuso sexual infantil destacan que reciben a diario cientos de alertas por ciudadanos que comparten material compatible con un delito de este estilo.

A partir de esa notificación, el fiscal interviniente investiga. “No es lo mismo el caso de una persona que compartió una sola foto donde se ve su hijo, al de una persona que publica cien imágenes y videos”, explicó una alta fuente judicial, quien admitió que, aun así, existen confusiones.

“Diría que es una situación de experiencia. Uno al analizar la foto, el contexto y la persona que la publica o comparte, puede establecer si se está ante un delito o no”, agregó el investigador.

En ese sentido, desde la justicia insisten en tener “extremo cuidado” a la hora de compartir imágenes de menores, aun cuando no hay ningún tipo de intencionalidad delictiva. Lo que pareciera un mero acto de mostrar algo, puede generar un problema judicial.

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