Fue condenado a perpetua el autor de uno de los femicidios más conmovedores ocurrido en San Rafael en los últimos años. Antonio Sáez Millán admitió en juicio abreviado que fue el autor penalmente responsable del asesinato de Natalia Tagua, su ex pareja, el 20 de octubre del año pasado.
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La audiencia de hoy, presidida por el juez Rodolfo Luque, evitó un dispendio de recursos que suelen ser necesarios para un juicio por jurado, que iba a realizarse en febrero del próximo año, pero sobre todo impidió que los hijos de la malograda pareja, se vieran sometidos al sufrimiento de días de audiencia.
Allí iban a tener que escuchar testigos, peritos, indagatoria y videos que iban a reflejar el indignante acto criminal cometido por su papá.
“Hoy iban a venir los hijos porque querían preguntarle por qué lo hizo; pero al final no quisieron”, dijo la hermana de Natalia a Medios Andinos, tras el fallo de Luque.
El hecho tenía un plexo probatorio irrefutable: en la escena del crimen, esa noche, pasadas las 23, la Fiscal Paula Arana, y la ayudante María José Jalil, hallaron al autor, intentando huir de la escena del crimen, el arma homicida, y las prendas de vestir del victimario manchadas en sangre; además de los testigos que habían salido de la escuela nocturna a la que asistía Tagua.
Los videos obtenidos por la Unidad Investigativa del Sur Mendocino, de la Policía de Mendoza, reflejaban claramente que Sáez llegó a la escuela llevado por una amigo en una moto. Pero ese cómplice no pudo ser descubierto.
Allí, el asesino se comportó como animal acechando a su presa: sigiloso, se movía por la vereda escondiéndose detrás de los árboles, esperando el momento en que Natalia saliera de clases.
Cuando lo hizo, ella iba acompañada, pero Sáez se acercó y le pidió conversar un rato. Ella no debió haberle atendido su convite, pero su temor la hacía intentar confiar o al menos, tratar de impedir que se enojara aún más.
Eso explica, por ejemplo, que días antes del crimen, ante la consulta de un fiscal de Violencia de Género, ella hubiera preferido que lo dejaran en libertad, cuando por un suceso previo, bien pudo haber sido enviado a la cárcel.
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En aquella ocasión, había pedido que le permitieran deambular, pero no en San Rafael, sino fijando domicilio en Valle de Uco, de donde es oriundo Sáez Millán. Sin embargo, el hombre desatendió la orden judicial, se escondió en casa de una amiga en el barrio Constitución de San Rafael e intentó telefónicamente usar a sus propios hijos para acercarse a Natalia, el domingo previo al crimen.
Para mayor manipulación, le dijo a uno de ellos que se iba a suicidar y hasta le indicó que sería en el Parque Norte, de la ciudad sanrafaelina. Pero Natalia, al enterarse que su ex estaba cerca, avisó a la policía y salió un inmediato aviso del fiscal Javier Giaroli alertando de la peligrosa presencia de Sáez.
Fue en vano, tres días después, lo comentado: el femicida se fue a esperar a su víctima y munido con un cuchillo la mató.
Varias veces estuvo por realizarse el juicio abreviado; pero siempre desistía el acusado a último momento. Esta vez, tras exhibirse en Televisión Andina las pruebas en su contra, los videos donde aparecía en los momentos previos al asesinato, y el resto de las pruebas que lo incriminaban, finalmente le dijo a su abogada, defensora oficial de la segunda circunscripción, que prefería admitir su acto criminal.
Así, el juicio abreviado concluyó con la condena prevista para este tipo de delitos agravados, y se evitó un debate oral y público ante 12 jurados.
Ahora, durante al menos 34 años más, Sáez estará en la cárcel de San Rafael.