El juicio que intenta esclarecer el secuestro y homicidio del empresario Diego Aliaga entró en la recta final y este martes la fiscalía pidió que los cinco acusados sean condenados a prisión perpetua.
El juicio que intenta esclarecer el secuestro y homicidio del empresario Diego Aliaga entró en la recta final y este martes la fiscalía pidió que los cinco acusados sean condenados a prisión perpetua.
Así lo requirió la fiscal María Gloria André, quien a pesar que el principal imputado, Diego Barrera, había confesado el homicidio e intentado despegar a su familia (resto de los imputados) insistió en que todos planearon un secuestro extorsivo y asesinato del empresario.
El homicidio de Diego Aliaga fue el que destapó el caso Bento, debido a que para la justicia la víctima era el nexo entre el juez investigado y los imputados federales que accedían a los beneficios tras el pago de coimas.
La fiscal André, que a su vez es la presidenta del tribunal que juzga a Bento, pidió la pena máxima para los cinco imputados: Barrera, su pareja Bibiana Sacolle (52), sus dos hijos Lucas (28) y Gastón Curi (30), y el empleado de la familia Yamil Rosales (34).
Al igual que en la instrucción del caso, Barrera había declarado en el juicio confesando haber asesinado a Aliaga, y al mismo tiempo despegando a su familia de cualquier tipo de participación en el caso.
Sin embargo, André entendió que esa declaración fue una estrategia de la defensa y pidió la misma pena para todos.
Ahora será el turno de la querella, a cargo de Juan Day, quien se cree también pedirá la pena máxima para los cinco acusados.
Finalmente alegarán los abogados defensores: Leonardo Pérez Videla por Diego Barrera, y las hermanas Anahí y Gemina Venier por el resto de la familia.
El tribunal está formado por los jueces Alejandro Piña, María Laura Marisi y Alberto Carelli.
El crimen del empresario Diego Aliaga ocurrió en julio del 2020. El 28 de ese mes fue el último día en el que el hombre fue visto por última vez. Desde ese entonces comenzó una intensa búsqueda que finalizó recién el 10 de septiembre cuando la policía encontró el cadáver del hombre en Costa de Araujo.
Para ese entonces ya había sido detenido Barrera -socio de la víctima- junto a su familia. Pero por esas horas, la justicia aprehendió a Rosales, quien al ser capturado se quebró e indicó el lugar donde habían enterrado a la víctima.
También en esos días, producto de la desaparición de Aliaga, la justicia analizó el celular del hombre y encontró un sinfín de comunicaciones telefónicas con el juez federal Walter Bento, iniciándose así una investigación que derivó en la mega causa por coimas en la justicia federal, expediente que también está en juicio actualmente y tiene al magistrado mencionado como principal sospechoso.