Javier Milei junto a la futura canciller y parte de su equipo de trabajo en el Hotel Libertador.
Mientras el presidente electo Javier Milei termina de armar su equipo, no exento de muchas tensiones ya que los cargos se van llenando con nombres de su propia tropa y de círculos empresariales amigos. Hasta ahora no aparecen los nombres rutilantes cercanos a Mauricio Macri ni Patricia Bullrich, varias preguntas comienzan a sobrevolar los círculos políticos, empresariales, sociales y sindicales.
El primer trabajo de estos días para quienes analizan la política y la información es separar la paja del trigo. Cuánto de lo que dice Javier Milei esta entre sus primeras medidas. Cuánto será negado en la próxima entrevista o en la próxima semana. No es un trabajo menor tampoco observar y escuchar las entrevistas completas y con detenimiento. Estamos ante un caso donde observar las formas, los gestos, las caras, las miradas no es menor. Es notable como Javier Milei cuando expresa algo que sabe que es polémico o genera rechazo, incluso en parte de sus votantes, desvía la mirada de los entrevistadores, da vuelta la cara o mira hacia arriba.
Los gobernadores de Juntos por el Cambio (nombre que ellos mismos usaron para englobarse, pero no está seguro que siga existiendo) adelantaron que trataran de colaborar en la gobernabilidad y aseguraron que no se expedirán sobre los dichos o propuestas del presidente electo hasta tanto no sean plasmadas en proyectos de ley o resolución.
Es una solución política para días convulsionados, por supuesto que habrá quienes piensan que los gobernadores deberían ser más decididos. Otros evaluaran que aún no cayeron en la realidad. Pero la política de los políticos tiene tiempos que no son los mismos que la política de la sociedad y quizás allí radique uno de los ejes por lo cual los ciudadanos aseguran sentirse cada vez menos representados por los políticos.
En ese orden una de las frases más escuchadas en los últimos días e incluso repetida por el mismo Presidente electo es “Javier Milei ganó diciendo lo que iba a hacer”. Una frase que por lo menos merece algún reparo o debate.
¿En verdad Javier Milei dijo lo que iba a hacer o monto un escenario y un discurso por lo menos dudoso al respecto?
Es cierto que predicó permanentemente que, desde el día cero, aplicaría un fortísimo ajuste, pero tan cierto como eso es que jamás expreso los verdaderos alcances de ese ajuste. Su frase preferida durante toda la campaña fue que el ajuste lo iba a pagar la política y no la gente.
Sin embargo, nunca explicó qué es la política, ni tampoco fue repreguntado sobre la magnitud del gasto de la política y si cumplía ese monto con el necesario para cumplimentar el ajuste requerido.
La realidad contundente es que Javier Milei nunca dijo que corrían peligro los aguinaldos de los trabajadores estatales, hasta donde se sabe médicos, policías, fuerzas armadas, docentes, no son la casta política a muchos de los cuales ya les confirmó la continuidad de su poder y sueldo. Por la noche intento desmentir tal situación para los trabajadores estatales, aunque el desmentido termino en una especie de fallido donde no desmintió nada.
Tampoco aviso que miraría hacía el costado ante las corridas provocadas en apenas 48 horas por parte de los formadores de precios transformando, ahora ya, en absolutamente incomparables los alimentos o los productos de primera necesidad. A tal punto que la propia Cámara de Supermercados salió a denunciar los incrementos salvajes.
Menos aún que paralizaría toda la obra pública, aún la ejecución. Es más, apenas días atrás había asegurado que la obra en construcción se terminaría porque los contratos se cumplen.
Durante la campaña hablo de privatizar YPF no de entregársela directamente sin licitación ni venta alguna a uno de sus principales competidores como ha hecho con la que parece segura designación de Horacio Marín.
Tampoco aviso durante la campaña que iba a proponer un ministro de Obra Pública capaz de asegurar que un gasoducto que se hace con los impuestos es una obra pública que "no usa ni usted (refiriéndose a los periodistas) ni yo, ni nadie” Guillermo Ferraro creerá que el gas desde la boca de pozo a las plantas y después a los hogares va por el aire.
Y así podríamos seguir casi hasta el infinito.
Démosle la derecha a los Gobernadores en que aún solo son declaraciones, pero en verdad los equipos entrenan de acuerdo a lo que conocen del rival para enfrentarlo y por ahora lo que se conoce es esto.
De las declaraciones, gestos y designaciones de Javier Milei hasta hoy se podría afirmar que estamos más cerca de la vuelta de las cuasi monedas (quien será el primero qué se animara) que de la dolarización.