Agobiados por el estrés cotidiano, por situaciones traumáticas, por crisis existenciales y por múltiples razones las personas realizan terapia. Lo más común es visitar a algún psicólogo recomendado y asistir a sesiones con el objeto de encontrar soluciones a los problemas. En el último tiempo surgieron alternativas, métodos no convencionales ni científicos que también son eficaces y ayudan a resolver conflictos.
Una de esas terapias alternativas es la creada por el filósofo alemán y psicoterapeuta Bert Hellinger. Se trata de del método terapéutico que se conoce como constelaciones familiares. Esta herramienta llegó al país en 1999 de la mano de Tiiu Bolzmann, quien creó Centro Bert Hellinger donde se forman consteladores que trabajan en todo el país.
A pesar de ser algo nuevo que aún no es muy conocido en la provincia de Mendoza hay varios consteladores que realizan talleres con el objetivo de resolver los conflictos de los pacientes. Pero ¿de qué se trata este método innovador?
María Bennesh es abogada y consteladora, hace cuatro años que vive en Mendoza y se dedica a la terapia de constelaciones familiares. Se trata de una herramienta para poder sanar, para poder ver cuando hay conflicto de vínculos o de otro tipo, pero siempre desde la mirada sistémica, incluye a todo el sistema familiar de la personas y demás redes de vínculos, explicó.
La teoría de las constelaciones familiares considera que existe una transmisión de conflictos de una generación a otra, por eso es que muchos tienen su origen en los antepasados. Según los consteladores el conflicto se produce cuando hay un desorden, cuando en el sistema no se respeta el orden. Según explicó Bennesh el nombre constelación familiar es la traducción del alemán, y se habla de constelación porque estás en el firmamento tienen un orden, podría llamarse también ordenamiento familiar.
¿Cómo se trabaja?
Lo novedoso de este tipo herramienta es que se realizan talleres donde la persona asiste y plantea sus problemas al constelador. Luego un grupo de gente realiza una representación donde cada uno asume un rol: por ejemplo padre, madre, hermanos y espontáneamente comienza el diálogo. A partir de este momento surge la raíz del problema que la persona no lograba ver. En ese momento uno se siente movido por algo externo a uno, puede relacionarse a la teoría de la comunicación, al lenguaje no verbal, a campos mórficos, explicó la consteladora.
La página del Centro Latinoamericano de Constelaciones Familiares y Soluciones Sistémicas realiza una breve descripción del método de trabajo: En la constelación se trabaja sobre un sistema familiar con la ayuda de participantes del taller que representan los miembros del sistema en cuestión. El consultante presenta su pregunta y el facilitador decide cuáles de los miembros tiene que elegir o los elige él mismo. El consultante ubica a estos representantes en el espacio, configurando una imagen de cómo están relacionados entre ellos. Los representantes no actúan, solo expresan lo que sienten en ese lugar. El facilitador ayuda a leer y traducir lo que ocurre en la constelación. A veces ayuda con frases curativas que ponen orden en el sistema y permiten la reconciliación entre los miembros.
Estos talleres también pueden ser individuales y la dinámica de trabajo es con figuras o imágenes que representan a los miembros del núcleo familiar. Los costos van desde los $200 en adelante. En muchos casos con un encuentro se logra resolver el problema. Un encuentro puede durar de dos a cuatro horas dependiendo de los casos.
La mirada especialista
La psicoterapeuta María Elsa Almada opinó sobre las constelaciones familiares. Según su visión puede utilizarse como una técnica complementaria a los procesos terapéuticos. "Aporta claridad, es como tener una fotografía del sistema familiar y permite ver ciertas implicancias". "Dan el elemento para destrabar un tema complejo, es llevar afuera una imagen inconsciente", explicó.