Enfurecidos, rodearon la vivienda del sospechoso y descargaron toda su bronca. La policía, sólo atinó a salvarle la vida a la madre del acusado, de unos 80 años, y de dos menores que habitaban allí. Después, sólo fue un espectador de lujo.
Enfurecidos, rodearon la vivienda del sospechoso y descargaron toda su bronca. La policía, sólo atinó a salvarle la vida a la madre del acusado, de unos 80 años, y de dos menores que habitaban allí. Después, sólo fue un espectador de lujo.
La escena, entonces, pareció transformarse en el lejano oeste. Decenas de jóvenes tomaron justicia por mano propia tras conocerse la muerte de Marcelo Alejandro Miazi, un joven de 25 años que ayer en la madrugada fue apuñalado.
Chelo era querido en el barrio. Vivía sobre calle Corrientes, a la vuelta de su presunto asesino y, según cuentan testigos, ayer se cruzó con el agresor, Roberto Ariel Caballero (44), con quien ya había tenido algunos problemas.
Allí discutieron y el segundo lo agredió con un cuchillo. Le dio varios puntazos y lo dejó gravemente herido, hasta que hoy, en horas de la tarde, el joven dejó de existir en el hospital Central.
La noticia llegó a los habitantes de la zona y todo se descontroló. Primero pintaron las parades de la casa, insultando al acusado y calificándolo de asesino hijo de puta. Luego, tiraron pintura, y finalmente, demolieron la vivienda, mientras algunos gritaban "te queremos Chelo".
A todo esto, cientos de vecinos miraban y algunos de ellos aplaudían las acciones. Este tipo ya mató a una chica y había violado a otra, decía un hombre que felicitaba a los que destruían la morada.
La policía recibió la orden de no intervenir, para evitar mayores incidentes. Hablamos con la fiscalía y no viene nadie. Nosotros tenemos órdenes de no intervenir. Sacamos a la madre y a dos menores para que no les hicieran nada, explicó uno de los efectivos a cargo del operativo.
En medio de todo el caos, había algunos familiares de la víctima fatal, entre ellos, la madre, que no quiso hablar con la prensa, pero que sí se mostraba en contra de los incidentes. Yo no quiero esta violencia, decía, mientras lloraba y era consolada por conocidos.
La Oficina Fiscal 5 de Las Heras investiga el hecho. Por lo pronto, poco se sabe qué fue lo que detonó el ataque hacia Miazi. Esto viene de antes, explicó un vecino.
Otro testigo, dijo que el joven salió a buscar a su perro y se encontró con el agresor que sin motivo lo empezó a agredir verbalmente. Allí se trenzaron a golpes y fue cuando el acusado lo atacó con un cuchillo.
Hasta esta tarde, el sospechoso seguía prófugo. Se sabe que tiene varios antecedentes y que ya estuvo preso por un homicidio en el que la víctima fue una mujer que vivía en la casa del joven asesinado.
Ahora la policía lo busca por otro crimen, el que, además, lo dejó sin casa, ante la furia de los amigos de la víctima.