El futuro del gastroenterólogo de 65 años acusado de abusar sexualmente de un paciente de 20 años en una clínica privada de Maipú parece estar en una Cámara del Crimen.
El futuro del gastroenterólogo de 65 años acusado de abusar sexualmente de un paciente de 20 años en una clínica privada de Maipú parece estar en una Cámara del Crimen.
Es que para los investigadores de dicha causa, la instrucción del caso está terminada y si bien se espera por el resultado de las últimas pruebas, el fiscal del caso, Hernán Ríos, pedirá en breve la elevación a juicio.
La buena para el acusado es que por pedido de su abogado defensor, Carlos Reig, pudo acceder a la prisión domiciliara, beneficio del cual goza desde hace un mes. Esto porque el gastroenterólogo adujo que tenía un tratamiento médico que cumplir.
A pesar de esto, el sospechoso parece estar encaminado hacia un juicio oral, donde deberá responder por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, el cual prevé una pena de 4 a 10 años de prisión.
Fuentes judiciales indicaron que en los últimos días la defensa del acusado, Carlos Reig, solicitó una serie de pericias psicológicas para el imputado.
Son estudios puntuales. Ya se realizaron las medidas y ahora el fiscal espera el resultado, indicó una fuente cercana al magistrado que entiende en la causa.
Cabe recordar que una de las primeras medidas que tomó Ríos cuando recibió la denuncia fue ordenar una serie de estudios físicos y psíquicos para la víctima.
Estos arrojaron que el joven no fabulaba y que su relato era coherente y creíble. Asimismo, también confirmó que el denunciante no tenía inclinaciones sexuales.
Como si esto fuera poco, los antecedentes del acusado empeoraron su situación, debido a que el profesional tenía dos condenas pendientes por el mismo delito en los años 2004 y 2006.
La denuncia que investiga Hernán Ríos fue radicada el 21 de enero de este año, luego de que la víctima asegurara que el profesional abusó sexualmente de él en una clínica privada de Maipú, ubicada sobre calle Ozamis.
En el relato, el damnificado aseguró que el galeano, mientras lo atendía, le bajó los pantalones y le practicó sexo oral.
La causa comenzó a ser instruida como un abuso sexual simple, pero luego cambió a gravemente ultrajante, delito que, de no mediar ningún cambio importante, será el que deba enfrentar el sospechoso en un futuro debate.