Sospechas

Asesinaron a un hombre en Maipú y su familia asegura que fue en un intento de robo

Ocurrió esta madrugada en un bodegón abandonado donde viven tres familias. A la víctima, de 30 años, le dieron tres tiros cuando estaba con su hermano tomando cerveza.

Por Gabriela Guilló

Un joven de 30 años fue asesinado de dos tiros esta madrugada en un bodegón abandonado de Maipú donde vivía. Si bien las circunstancias del hecho son dudosas, sus familiares aseguran que se trató de un intento de robo.

Alrededor de las 2, Andrés Fernández Araya llegó sin vida al hospital Meltraux. El joven fue llevado por familiares quienes indicaron que el ataque había ocurrido minutos antes en el bodegón de ruta 50 al 1051 donde actualmente vivían.

La víctima, Andrés, junto a su hermana y sobrino.

Según contó Lidia, su cuñada, a SITIO ANDINO, “escuchamos disparos y cuando salimos estaba tirado y malherido”.

Andrés Fernández estaba en el fondo de la vivienda junto a su hermano tomando una cerveza cuando de repente tres hombres encapuchados arribaron al lugar y los obligaron a tirarse el piso.

Científica trabaja donde hallaron el cuerpo.
Los hombres, les habrían dicho que les entregaran sus pertenencias, pero “como el hermano de Andrés fue en busca de un cuchillo, los ladrones empezaron a disparar”, dijo Lidia.

Dos balas impactaron fatalmente en el cuerpo de la víctima, mientras su hermano fue golpeado con un arma.

“Como pudimos lo cargamos en el auto de un vecino y lo llevamos al hospital, según nos contaron las personas que viven cerca, los ladrones escaparon hacia el oeste”, sostuvo María, su hermana. Los hombres aún no fueron detenidos.

Esta no es la primera vez que sujetos llegan a la zona con intenciones de robar. Días atrás, dos hombres armados ingresaron por los fondos y robaron algunos elementos de las familias que habitan el lugar.

“En otra ocasión, desconocidos se acercaron arrojando piedras”, sostuvo otra vecina.

La víctima

Andrés de 30 años, vivía en una humilde habitación del bodegón abandonado de la ruta 50. El joven estaba casado y vivía con su hijo de 3 años y los tres hijos chicos de su esposa, todos menores de edad.

Fernández se dedicaba a colocar telas antigranizo en las fincas de la zona y la familia estaba en el lugar hace unos cinco años. Junto a él, residen otras tres familias, todas en condiciones humildes.

Te Puede Interesar