La jornada de hoy no fue una más en el penal de Almafuerte. Cerca del mediodía hallaron en un taller textil medio kilo de marihuana, celulares, cargadores, 120 pastillas y una chuza. En tanto que por la tarde se descubrió un boquete en el techo.
La jornada de hoy no fue una más en el penal de Almafuerte. Cerca del mediodía hallaron en un taller textil medio kilo de marihuana, celulares, cargadores, 120 pastillas y una chuza. En tanto que por la tarde se descubrió un boquete en el techo.
De esta forma, las autoridades del Servicio Penitenciario admitieron que desde dos semanas venían investigando los rumores que indicaban que iba a haber un intento de fuga con características violentas y a la hora de hablar de los líderes no dudaron: el Gato Araya era quien, supuestamente, iba a manejar esa revuelta.
Teníamos rumores y por eso empezamos a realizar requisas sorpresivas a los posibles partícipes de esta revuelta. Hoy terminamos esa investigación y confirmamos que esos rumores eran ciertos, indicó un directivo del Servicio Penitenciario.
En base a esto, las fuentes agregaron que se suponía que en el intento de fuga, los presos tendrían acceso a armas de fuego, dado de que contarían con un apoyo externo.
Lo cierto es que las requisas fueron esta mañana en un taller textil donde unos 12 internos hacen camperas. Entre esos internos está el Gato Araya, enemigo del Rengo Aguilera que está preso por liderar una banda de narcotraficantes y por tener vinculación en algunos crímenes, entre ellos, el doble homicidio en la casa del padre del barra tombino, en El Carrizal.
Allí se encontró, dentro de una caja de ovillos de hilo, la droga, y luego, el resto de los elementos. Más tarde, descubrieron el boquete, que tenía unos 80 cm de ancho y 80 cm de largo.
Como consecuencia de esto, se inició un sumario administrativo con el objetivo de investigar a al menos un efectivo que habría facilitado el accionar de los presos. Ese uniformado está identificado por las autoridades.
Medio kilo de marihuana es muchísimo. Tenés que tener muchísimo poder para introducir esa cantidad al penal. Además, adentro ese medio kilo tiene un valor económico mucho más grande, explicó una autoridad policial.
En ese sentido, agregó que el taller donde se encontró el boquete es de cinco metros de largo y cinco de ancho, y que siempre hay un efectivo custodiando.
Teniendo en cuenta eso, lamentablemente, tenemos que suponer que hubo complicidad para que los presos pudieran hacer ese hueco y, posiblemente, para meter la droga, agregó la fuente consultada por SITIO ANDINO.
De esta forma, no se descarta que en las próximas horas se tomen medidas contra algunos uniformados. Mientras tanto, los doce internos que acceden a ese taller serán investigados para una sanción disciplinaria, concluyeron desde Almafuerte.