Entrevista al intendente de La Paz

Ubieta: "No hay diálogo con el Gobierno de Suarez, pero yo no lloro, gestiono"

En 2019, y por sólo 50 votos, el peronista Fernando Ubieta dio el "batacazo" en La Paz y terminó con 24 años de hegemonía radical (encarnada principalmente por los hermanos Pinto) en el departamento del este, el de menor población en Mendoza y uno de los más aplazados en materia socioeconómica.

Envuelto en una polémica por la entrega de cajas navideñas y juguetes para los niños en Reyes -acción que aclaró "volvería a adoptar una y mil veces"-, el intendente -al igual que la dirigencia política mundial- debió modificar la hoja de ruta que diseñó cuando el pueblo paceño lo eligió como su administrador, a raíz de la pandemia de Covid-19.

"En las comunas más chicas se sintió mucho más y direccionamos todos los esfuerzos para que la gente no sufriera las consecuencias", señaló en una entrevista con Sitio Andino, en la cual abordó también el contexto productivo local, el endeudamiento, los proyectos a concretar, la relación con el gobierno de Rodolfo Suarez y las internas de su partido; además de responder los cuestionamientos que recibió en el encuentro radical de esta semana en su territorio, con participación de la cúpula provincial.

- ¿Qué balance hace de sus dos años y medio de gestión? ¿En qué estado encontró el departamento cuando llegó y cómo lo ubica actualmente?

- Cuando llegué, la situación era compleja. Veníamos de cuatro años de macrismo, que pulverizó cualquier tipo de sueño dentro del departamento. Desocupación altísima, pobreza muy pronunciada, un municipio muy endeudado y prácticamente sin sector productivo, ya que durante muchos años no se ocuparon de generar mano de obra que no fuese municipal (NdR: La Paz cuenta con la mayor tasa de empleo público de Mendoza). Y a los tres meses de asumir vino la pandemia, que fue el detonante. Debimos postergar algunos proyectos y direccionamos los esfuerzos para que la gente no sufriera las consecuencias, adoptando medidas sociales, pero en una comuna donde la actividad económica es prácticamente nula, se sintió mucho más.

Apenas ingresé creamos el programa de empleo municipal, que es transferencia directa de dinero al bolsillo de la gente por una prestación horaria, para que la economía de La Paz no cayera. Se inyectaron $100 millones al año que nos dio la posibilidad de que no cerrara ningún comercio, que si bien es pequeño, mucha gente vive de ello.

El martes inauguraremos el polideportivo municipal, que quedó paralizado en 2019 y con una deuda tremenda con una empresa privada que inició acciones judiciales, que estamos intentando solucionar. En breve estará lista la remodelación de la avenida 25 de Mayo y del barrio Villa Quiroga. Estimamos el inicio de la construcción del polo educativo el mes que viene, tenemos aprobado un programa de asfalto de la mayoría de los barrios, construimos el centro de primera infancia y gestionamos el dinero para el polo cultural de Villa Antigua. Son proyectos que están empezando a materializarse y muchas obras cuentan con fondos municipales para poder concluirlas.

Foto: Prensa Municipalidad de La Paz

- ¿Cómo se componen esos fondos municipales?

- Del dinero que ingresa el 98% es coparticipación y solamente el dos por ciento es recaudación propia. Eso es producto de que prácticamente no hay industria. Hace 40 años se creó el dique El Carrizal y La Paz se secó para siempre. Lo productivo quedó en un segundo o tercer plano. Había cinco bodegas funcionando y queda una privada muy pequeña. El motor dinamizante de la economía paceña es la municipalidad y trabajo todos los días para encontrar una matriz productiva que pueda producir mano de obra genuina que no sea municipal.

- Esa es una discusión que se da desde hace décadas en La Paz, pero es difícil revertir la ecuación. ¿Qué planes tiene para modificar la matriz productiva local?

- No es un cambio que se dará de un día para el otro y menos con una pandemia que lo retrasó más. Pero sin dudas debe ir por el lado de la ganadería y dejar de lado la vid. Tengo un proyecto importante en vista que es la creación de un gran frigorífico y así darle ayuda a la cadena ganadera, que podría brindar trabajo y mejorar la situación. Necesitamos industrializar el departamento. Lo estamos trabajando de a poco; lo voy a plantear con diferentes dirigentes para conseguir financiamiento.

- Mencionó también el polo educativo. Allí radica otra de las problemáticas paceñas que afecta fundamentalmente a los jóvenes, que deben emigrar a otras ciudades para poder estudiar.

- En La Paz es muy difícil ir a estudiar al Gran Mendoza o San Luis una carrera de grado, requiere de al menos $30.000 que no todas las familias tienen. Por eso hemos firmado convenios con las universidades para contar con una oferta educativa local y acercar el estudio a los chicos. El polo educativo cambiará la historia del departamento en unos diez o quince años.

- ¿En qué estado se encuentra esa iniciativa?

- Contamos con convenios con la UNCuyo, la Universidad Champagnat y la UNSL. El martes vamos a cerrar el espacio físico donde funcionará. Creemos que en siete u ocho meses estará construido el edificio, para dotarlo de tecnología y comenzar a funcionar el año que viene.

En octubre de 2021, Ubieta acordó con el rector de la UNCuyo, Daniel Pizzi, fortalecer el polo educativo (Foto: Prensa Municipalidad de La Paz)

- En su primer repaso de gestión, denunció la herencia de una importante deuda de la gestión anterior, ¿cuál es el nivel de endeudamiento actual en La Paz?

- Me hubiese gustado recibir el departamento de otra manera, pero asumí la responsabilidad. Recibí una deuda flotante de $20 millones y hoy tenemos entre cuatro y cinco millones. La idea es reducir la brecha y lo voy a lograr. Cerramos el año con un déficit importante por la pandemia, pero traté que las familias tuvieran un plato de comida. Sé que no manejo una empresa, no me sirve cerrar con superávit sin que la gente tenga trabajo, obras, cloacas, viviendas. Los números son variables que monitoreamos y la economía departamental está controlada. El año que viene será totalmente distinto. En dos años y medio no he tomado un peso de deuda. Si en 2023 la gente decide que deba irme, el próximo intendente recibirá un departamento ordenado y desendeudado completamente.

- ¿La idea, entonces, es ir por un segundo mandato? En ese caso, ¿desdoblaría la elección municipal de la provincial?

- Es muy pronto para hablar de eso. El momento será el año que viene. La gente hoy piensa en otras cosas que en campañas o internas políticas. La situación es muy compleja, con una inflación desatada que demanda medidas que hay que tomar.

La única ilusión que tuve en mi vida fue ser intendente del departamento. Lamentablemente me tocó gestionar en pandemia y el desgaste ha sido totalmente diferente al de otras gestiones. Estoy muy conforme con lo realizado, tengo todavía mucha fuerza para seguir trabajando y gestionando por La Paz.

- En el acto de la UCR lo tildaron de "populista" por la entrega de cajas navideñas y de haber aumentado el gasto público. ¿Qué puede decir al respecto?

- Son chicanas políticas. Vienen a hablar a La Paz y no conocen el territorio, con suerte han venido una sola vez. Nuestro trabajo es muy serio y es bien mirado por la provincia. No es un departamento rico como el que maneja Tadeo García Zalazar (el intendente de Godoy Cruz lo cuestionó) y tampoco cuenta con el apoyo que tiene él a nivel provincial. Con plata somos todos héroes. Las obras que consigo las tengo que gestionar y caminar mucho.

Me da risa que digan que aumentamos el gasto público, cuando forman parte de un gobierno que durante seis años lo único que ha hecho es endeudar a la provincia. No sabemos cómo se va a pagar y ya no pueden ocultarlo más.

- ¿Cómo es su relación con el Gobierno provincial?

- Nos han convocado un par de veces por temas en particular, pero no he tenido la oportunidad de sentarme a hablar de los aspectos que atañen al departamento y ver qué necesita, que es mucho más de lo que otros requieren. Pero yo no soy alguien que llora, sino que trato de realizar con lo poco que tengo lo mucho que estamos haciendo.

- Las internas que el Frente de Todos exhibe a nivel nacional comienzan a percibirse en la provincia. ¿Cómo llega parado el peronismo mendocino de cara al 2023?

- Que el peronismo alberga a distintos pensamientos no es nada nuevo. Hay matices, diferencias de visiones, sectores más y menos conservadores. Nuestra función es tratar de dialogar con todos, unificar criterios, encontrar canales de encuentro y llegar lo más unidos posible a la próxima elección. Lo dije tras la derrota en las legislativas: no hay que tener miedo a las internas. Hay que dirimir candidaturas en las PASO y el que gana conduce y el que pierde acompaña. Más allá de lo que uno percibe en el microclima peronista, hay una consigna clara que es recuperar la provincia y todos trabajaremos por eso.

Días atrás, Ubieta participó de una charla del "sector K" en la que se debatió el proyecto de ley para pagar la deuda con el FMI con dinero fugado

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