Gustavo Matar, propietario de la desaparecida revista Infoya que ahora sólo continúa como una página de Facebook, fue condenado a 4 años de prisión por chantaje contra empresarios sanrafaelinos.
Gustavo Matar, propietario de la desaparecida revista Infoya que ahora sólo continúa como una página de Facebook, fue condenado a 4 años de prisión por chantaje contra empresarios sanrafaelinos.
La sentencia del Juez Jorge Yapur, lo encontró penalmente responsable en dos hechos de los cinco de los que fue acusado.
El juicio que despertó gran interés en la sociedad sanrafaelina, se inició a partir de denuncias realizadas en 2018, por propietarios de boliches, una ex concejal, una coordinadora reinas vendimiales y un inspector municipal.
El modus operandi que describió el fiscal Javier Giaroli, a cargo de la investigación y de la acusación ante el tribunal, era usar Infoya para realizar una serie de notas periodísticas a las personas que no se avenían a las exigencias de Matar.
Entre ellos, el empresario Oscar Viscio, quien hasta llegó a grabar un audio y presentar una serie de mensajes al teléfono, para demostrar que le exigió 20 mil pesos para no seguir escribiendo artículos referidos a supuestas irregularidades en el boliche Plan B, propiedad de Viscio.
En el caso de la ex concejal Fabiana Esperanza contabilizó cerca de mil artículos en su contra, tras haberle anticipado que "la iba a pasar muy mal, si no le pagaba 200 mil pesos". Como Esperanza no puso el dinero, con publicaciones injuriosas de índole personal", relató el fiscal, pero el caso fue desestimado por el tribunal por el beneficio de la duda.
Pese a que la estrategia de la defensa tendió a circunscribir la contraprestación de dinero en supuestas pautas publicitarias, el fiscal expuso que lo que hacía Matar con su medio, era exactamente lo contrario: "Solicitar dinero para no publicar notas periodísticas".
Para el fiscal, lo que lograba así con el medio de comunicación, era "generar temor", y señaló que particularmente ello ocurría en el sector político. A los políticos locales les mostró su poder "en forma impune, con lo que le hizo a Esperanza".
"Era por demás razonable el temor que le tenían las víctimas", dijo Giaroli, agregando que "la amenaza de revelar algo es lo que provocaba ese temor". Si bien en algunos de los hechos Gustavo Matar fue absuelto, en la mayoría por el beneficio de la duda, el juez Yapur vio por probado dos de los casos, al tiempo que quedó desligado de las acusaciones, el hijo Brahím.
Tras leer el magistrado el punto decidió "condenar a Emilio Gustavo Matar a la pena de 4 años de prisión de cumplimiento efectivo, como autor material y penalmente responsable de los delitos de chantaje y chantaje en grado de tentativa, en dos hechos independientes en concurso real: casos 1 Viscio- Pascaccio y 3 Rocco".